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Autor: Eduardo Rodríguez
Hoy tengo entre manos el último álbum de una banda que merece todos mis respetos por ser unos auténticos supervivientes de la escena black metal y una de las bandas más honestas del género, en mi opinión. Digo supervivientes porque han cambiado de line-up no sé cuántas veces y han “vagado” por unas cuantas discográficas también. Aún después de tanta inestabilidad se las han arreglado para girar con cierta regularidad y relativo éxito. Incluyendo festivales de primera. Hace prácticamente una década que no les seguía demasiado la pista. Más o menos desde la marcha de Lord Sabathan. Bueno, después de los obligados prolegómenos para ponernos en situación, vamos a hablar de “Sovereigns”, su décimo larga duración.
Abren el disco con “Anteloquium”, una intro realmente oscura. Es sencilla pero mucho más efectiva que la mayoría de intros de usar y tirar de hoy en día. El segundo corte es “Sine Qua Non”, que se inicia de un modo lento, pesado y oscuro hasta estallar con blast beats infernales que se intercalan, de nuevo, con partes pesadas que rebosan inmundicia. “Of Feathers And Flames” continúa con la atmósfera demoníaca del álbum y con algo menos de velocidad que su predecesora, ¡aunque casi al final el metrónomo estalla!. Cuando escuchas a ENTHRONED enseguida eres capaz de diferenciarla de las bandas más posers y teatreras. Y así ha sido desde hace veinte años. Un grupo que realmente cree en lo que hace. Con “Lamp Of Invisible Lights” continúan con la misma línea argumental de la primera mitad del plástico que consiste en un inicio atmosférico (en este caso es casi como un mantra) y un desarrollo que intercala partes muy pesadas con otras ultra rápidas con riffs muy afilados. Y el resultado, casi siempre es el mismo: canciones que rezuman ocultismo y un ambiente asfixiante. Con la quinta pista apenas aguantan un par de segundos la intro de rigor para estallar con las partes más veloces del disco hasta el momento, lo que convierte a “Of Shrines And Sovereings” en una de las pistas más violentas (…como si el resto no lo fueran ya). “The Edge Of Agony” tiene un inicio casi calcado al anterior. Unos segundos de “paz” y luego el riff más violento del álbum, que podría haber formado parte del “Anthems To The Welkin At Dusk” de los dioses EMPEROR. Por lo general, ENTHRONED tiene una influencia clara del black metal nórdico (bueno, como casi todos) “cambiando de fronteras” varias veces en cada canción… unas “atmósferas noruegas” por aquí, un par de “melodías suecas” por allá, otra vez un “blast beat noruego”… pero sin duda, ¡en este tema no han querido saber nada de los Suecos!. Entramos en la recta final con “Divine Coagulations”… ¡sin intro!. Black metal directo a la yugular casi sin medios tiempos. El octavo corte es “Baal al-Maut”, también rápido y casi sin concesiones. Llegamos al final con “Nerxiarxin Mahathallah” que, curiosamente, es de mis canciones favoritas. Vamos, que no es normal que el último tema sea el que más guste a uno. Aquí dejan claro que el ritual de “Sovereigns” tiene dos partes diferenciadas. La primera más densa y oscura y la segunda más rápida y extrema.
Tal y como cabía esperar, es un disco de black metal extremo, oscuro y peligroso… cómo deberían de serlo todos. No creo que ningún viejo seguidor de ENTHRONED quede defraudado y lo recomiendo a los que gusten de las artes de GORGOROTH, MARDUK o DARK FUNERAL. Aunque los belgas nunca hayan gozado de tanta popularidad como las tres bandas que acabo de nombrar, al menos en esta ocasión, ENTHRONED les gana en la atmósfera absolutamente corrompida y negra que han logrado con “Sovereigns”.
