MEGARA– Teatro Barceló, 02.03.2018 Madrid (Total Access)
Texto y fotos: Lluís García Sola
La banda de Fucksia Metal, como ellos mismos se han encargado de bautizar a su sonido, MEGARA, presentaba su nuevo magnífico disco “Aquí Todos Estamos Locos” en el precioso Teatro Barceló de la capital, motivo suficiente para trasladarnos hasta allí desde Barcelona y ser testigos directos del show de uno de los grupos más frescos e interesantes del panorama nacional. Y si algo tienen el cuarteto formado por Kenzy, Rober, Pablo y Pol, es que nunca fallan en directo. Y esta vez no sería precisamente una excepción.
Con el recinto a reventar y el cartel de sold out colgado en la puerta, todo hacia presagiar una intensa fiesta con el mundo de Alicia y su país de las maravillas como telón de fondo. Y llegó el momento de que se apagaran las luces, se abriera el telón y “Esclava del Aire”, corte que cierra su nueva obra, se encargara de abrir la descarga. Pocos segundos fueron necesarios para que demostraran la enorme facilidad que tienen para conectar con su público, mayoritariamente integrado por una parroquia teen dispuestos a dejarse la voz en cada canción. Con “Enredados” nos recordaban saber que han perdido el control, provocando el mismo efecto en las primeras filas, que se vió aumentado con los primeros compases de “Vivo de Rodillas”, el primero de sus “clásicos” en caer a lo largo de la noche y que fue muy celebrado.
Esa fusión de rock, metal y electrónica que atesoran se vio perfectamente representada por “Involución”, uno de mis temas favoritos de nueva hornada gracias a los riffs de los más heavy que salían de la guitarra de Rober. Las melodías más emotivas nos abrazarían al son de “El Hombre de Arena”, otro de los títulos estrellas de su más reciente trabajo, y cuando pensábamos que un halo más especial no podía reinar en la sala madrileña, llegó el turno de “Cuenta Atrás”. La voz de Kenzy demostraba en cada verso su innegable talento, sin importar el registro al que se aferrara, y el bueno de Rober nos regalaría un solo de esos en los que, desgraciadamente, no suele prodigarse demasiado. La desgracia vino en forma de fallos técnicos en el sonido del grupo, o algo tan simple como la falta de pilas (¿quizás el nombre de su próxima canción?), pero los obstáculos les hacen más fuerte, y nada ni nadie podría arruinar una noche como la que teníamos por delante.
Si algo gusta a MEGARA y a sus fans son sin duda sus personales covers, algo que siempre ha estado presente tanto en sus directos como en su breve discografía, a los que dedicaron un particular tramo del show. El primero en llegar fue “Alas”, adaptación lingüística y sonora del mítico éxito de BIRDY, dando paso a uno de los momentos álgidos de la velada de la mano del ritmo de “Make Me Wanna Die” que hicieran famoso años atrás THE PRETTY RECKLESS, banda más afín a su estilo y que marcó sus primeros pasos sobre el escenario. Habría tiempo para sorprendernos con una inesperada versión de “Toxic” de BRITNEY SPEARS y su pequeño homenaje a un grande como MICHAEL JACKSON, con la interpretación de su inmortal “Billie Jean”, perfectamente adaptado a nuestra lengua. Entre medias de todo esto, la contundente “Arrástreme al Infierno” hizo su estelar aparición, con la base rítmica del bajo de Pablo y la batería de Pol marcando con fuerza el compás, con un divertido solo de este último bien escudado por la percusión que le acompañó en ese momento a un lado y al otro del escenario, repasando temas y artistas tan conocidos y dispares como LADY GAGA o OZZY OSBOURNE. Toda una declaración de intenciones.
Los cortes de “Aquí Todos Estamos Locos” seguían protagonizando el set escogido por la banda para su presentación en sociedad, con la deliciosa “Almas” resonando en la capital, y con Kenzy comandando el escenario y añadiendo a la celebración su carismática guitarra. Nos empujarían al headbanging al ritmo de la cañera “Más que una Leyenda”, desatando la locura que no esconden con el título de su nuevo disco y haciéndonos partícipes a todos de la misma. ¡Bendita locura amigos! ¡Y aún quedaba “Héroes”! El bajo de Pablo sonaba más imponente que nunca, acompañando los violentos golpes que Pol propinaba a su batería, y con los riffs de Rober afilando sus cuchillas. ¿Se puede ser más bruto? ¡Claro! Kenzy perdiéndose entre la multitud y escupiendo rabia al más puro estilo de Molly de HAMLET. ¿Para cuándo un concierto juntos? Yo dejo la propuesta sobre la mesa… Y el final se comenzaba a palpar en el ambiente con los primeros acordes de “Seis”, una de sus primeras creaciones y que no podía faltar a la cita.
Se cerraba el telón que anunciaba el inevitable bis, con la aparición de la blanca reina y todo su séquito, siempre acompañada por el conejo loco, ocupando todos ellos su privilegiado lugar en el banquete final que recrearían sobre el escenario. Punto y final con “Bienvenido al Desastre” que dejó el pabellón bien alto y dio la bienvenida a un buen puñado de nuevos miembros a la cada día más multitudinaria familia MEGARA, aunque quizás los más antiguos de la misma echamos en falta alguna otra concesión a su álbum debut. Hora y media de actuación en la que pusieron toda la carne en el asador, cuidando con envidiable mimo cada detalle de su show y su puesta en escena, y en el que, a pesar de ciertos desniveles y contratiempos técnicos, demostraron sobradamente el porque son una de las bandas con mayor proyección de nuestro país. Y no lo digo yo. Lo decimos todos los que nos encargamos de reventar el recinto madrileño. Ojalá los veamos por el resto de la geografía pronto, no tengo ninguna duda, y os recomiendo encarecidamente, si os gusta el rock, sea cual sea su naturaleza, que no os perdáis la cita. No os arrepentiréis.