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NEW DISORDER (ITA) «Mind Pollution» CD 2019 (Art Gates Records)

Por Cesar Luis Morales

Hubo una época en el Metal de los 80’s-90’s en los que nuestras ávidas orejas se vieron saturadas por la irrupción de multitud de Guitar-heroes que grabaron multitud de álbumes en los que un solo tema contenía más riffs, arpegios, licks, tappings y truquitos que la discografía completa de algunas bandas. Pero también en aquella época, hubo un guitarrista que, de forma humilde, quitaba hierro al asunto de que se le considerase un nuevo Guitar-Heroe; para él, tocar la guitarra en una canción suponía darle a aquel tema la atmósfera que necesita y el arropamiento que requería. Clavaba las notas en su momento y las clavaba de un modo certero: nada sobraba, nada faltaba. Aquel guitarrista era, y es, Richie Sambora, de los celebérrimos BON JOVI. ¡Colorea y aprende con Teo!

Cito a este músico de ascendencia italiana, porque me parece un ejemplo de lo que tiene que ser un músico: humilde, versátil, técnico, coherente… Pues tal cual son los NEW DISORDER, y también son italianos. Deben ser los fetuccini o la grappa.

Estos cinco chicos, romanos para más señas, acaban de publicar su cuarto larga duración, llamado “Mind Pollution”, y ¡y vaya si son capaces de intoxicar una mente!

“Riot” tiene un inicio etéreo con un sonido de teclados a la que se van uniendo una ritmo de Hi-hat que tiene una reminiscencia electrónica y ya descubrimos la magnífica voz de Francesco Lattes (personalmente, me ha recordado a un grande como Geoff Tate de los QUEENSRYCHE). La banda se mueve en unos parámetros de lo que podríamos denominar Modern Metal, con un motón de influencias y de destellos por aquí y por allí, con guitarras potentes y una base rítmica demoledora, pero sin concretar nada. Aunque bien es cierto que en otras bandas ese batiburrillo de influencias se queda en un sonido insulso y que no aporta nada o que no sabes cómo pillarlo, para NEW DISORDER las influencias, la evolución y el resultado nos han dado un álbum tan redondo como este “Mind Pollution”. Podemos hablar de Rock, de Punk y de Metal, pero el sonido es sólido, musculoso, vibrante, los músicos son profesionales y no se recrean en demostraciones técnicas innecesarias, son sobrios y aportan lo que tienen que aportan en cada momento. Al igual que “News from Hell”, potente, directa, con inicio de sonidos industriales para entrar en buena onda machacando las dos guitarras y el bajo el mismo riff, y saltar a un estribillo gritón y furibundo al que responde la excelente voz de Lattes.

Me gustan las bandas que lo tienen claro y NEW DISORDER ya cuenta con unos diez años de bagaje y cuatro álbumes a la espalda. “Mind Pollution” se inicia con sonidos electrónicos para dar paso a un riff más sincopado, más djent, para dejar que la batería de Luca Mancini entre acelerando el paso y volver a entrar a un estribillo más melódico y pegadizo. Pues esa es una constante en todo el álbum: hay temas más o menos acelerados, más o menos agresivos, pero sobre todo destaca la voz de Francesco Lattes que ofrece el contrapunto perfecto entre las partes más brutas y metálicas, más agresivas vocalmente con otras, sobre todo a la hora de los estribillos que son una delicia melódica. Claro ejemplo es el siguiente tema, “W.T.F. (Spreading Hate)”: arreglos más jazzeros dan paso a ataques más metálicos, vocales más desgarrados dejan paso a voces incluso susurradas, pero siempre con estribillos de alto octanaje armónico. “Going Down” tiene un inicio épico para dar paso a la siempre contundente y acertada sección rítmica de Luca Mancini e Ivano Adamo, sobre la que Lorenzo Farotti y Giovanni Graziano dibujan sus guitarrazos. “Room with a view” continua la misma dinámica, pues es notorio que NEW DISORDER conseguido desarrollar un sonido muy particular y personal, aunando muchas de sus influencias y volcándolas en este disco. “Scars” vuelve a dejar entrever sonidos pregrabados, y la voz de Lattes sube notas y octavas sin llegar a hacerse molesta, una banda que lo arropa y que no hace sino sumar puntos con cada nueva escucha. Para “Get Out” se reservan un inicio grabado con una caja de música, para dar paso a un medio tiempo en el que las guitarras mantienen el tempo y van creciendo hasta llegar a un nuevo estallido de genialidad; sin ser un tema que cambiará la historia de la música, si denota profesionalidad, integridad y sonido propio y, eso, oh, niños y niñas, corriendo los tiempos que corren, es digno de alabanza. Al igual que “The Beast” uno de los últimos temas del disco, mantiene esa vibración groove, esa banda altamente competente y esos vocales tan característicos. Cierran con “No place for me” un tema lento (que no balada) que bien podría haberse incluido en alguno de los clásicos álbumes de los QUEENSRYCHE, debido a la riqueza y la tesitura de la voz de Francesco Lattes y la alta competencia técnica, calidad, buen gusto y corazón de todos los miembros de NEW DISORDER.

Acabo de conocer a esta banda, y como no podía ser de otro modo, conocerla es amarla. Se me quedan cosas por ahí, que no acaban de encajar, o que no llego a ver con claridad. Lo que si tengo presente es que son como aquel Richie Sambora: músicos de los pies a la cabeza, honestos con lo que hacen, versátiles y técnicos, melodiosos y metálicos… Y este “Mind Pollution” es un buen ejemplo de lo que es hacer buena música… ¡Unos chupitos de grappa y dejadlos reposar! Seguro que llegan lejos.

Nota - 8.5

8.5

Nota

Estos cinco chicos, romanos para más señas, acaban de publicar su cuarto larga duración, llamado “Mind Pollution”, y ¡y vaya si son capaces de intoxicar una mente!

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