Por Juan Angel Martos
Una nueva entrega nos llega a la redacción de Necromance, esta vez se trata de un trabajo del año pasado, pero el que no queríamos pasar por alto, hablamos de los italianos NIGHTLAND y su primer álbum “Obsession”. Tras llevar en activo casi 10 años y editar varios eps, por fin han dado el salto al larga duración, si lo tuyo es el death metal sinfónico, sigue leyendo porque estarás de enhorabuena. De hecho, NIGHTLAND, están acabando una gira que han realizado abriendo los conciertos de FLESHGOD APOCALYPSE por toda Europa, incluyendo España, en la que han estado presentando este disco del que hablaremos a continuación.
Tras su introducción orquestal y muy epica “Benediction To Madness”, nos dejan una pieza exquisita, “Dreamless Life”, en la que despliegan todo su potencial, consiguiendo un gran sonido en la mezcla y master de los Domination Studios de San Marino. Las guitarras de Ludovico Cioffi y Filippo Scrima son potentes, la percusión endiablada de Filippo Cicoria, pone un punto más junto al bajo de Brendan Paolini. Todo esto se suma a las orquestaciones perfectamente engarzadas, formando un todo muy contundente y melódico. “ARES”, continua con los elementos sinfónicos, que contrapone a unas estrofas directas y un estribillo muy operístico, donde los coros celestiales le dan una luz distinta.
Para “Ivarus”, editaron un videoclip, siendo uno de los singles de adelanto, oscuro, preciso y donde la variedad vocal le imprimen mucha más potencia, teniendo unas corales espectaculares, que compaginan perfectamente con los ritmos death metal de sus composiciones, uno de los mejores temas del álbum. La constante se repite a lo largo del álbum, en “Alpha et Omega”, me recuerdan en cierto modo a SAMAEL, un corte que desprende agresividad por sus cuatro costados y una batería que destrozará las neuronas a base de blast beats, al igual que “Obsession”, siendo estos dos temas de los más agresivos del álbum.
“Cradle Of Sufferance”, es oscura y contundente, a pesar de su atmosfera, repleta de melodías, como le ocurre a “Quod Vita Celat, Mors Revelat”, dando lugar a un clímax muy álgido, con unas estrofas contundentes donde las guitarras y el bajo suenan atronadores, al igual que los registros vocales de Ludovico. El álbum lo cierra “Last Dance Of A Treacherous Mind”, un corte donde las orquestaciones destacan sobre el resto, apareciendo unos coros operísticos masculinos diferentes al resto del álbum. Un corte donde los tempos se aceleran para darle carácter, pero frenándose en seco para crear una atmosfera épica y vil.
NIGHTLAND, han creado un gran álbum de death metal sinfónico, donde cortes como “ARES”, “Dreamless Life” o “Last Dance Of A Treacherous Mind” dan buena fe de su calidad, con unos momentos orquestales de alta gama, los cuales podemos apreciar en todo su esplendor en los dos bonus track que nos dejan con los masters sinfónicos de “ARES” e “Icarus”, donde apreciar todo el trabajo que llevan detrás.
