Por Carlos Bermejo
El pasado diez de febrero salió al mercado el decimoctavo larga duración del combo neoyorquino formado en el ya lejano 1980 OVERKILL, y como nos suelen tener acostumbrados, por lo general no tardan más de dos años entre cada edición, así que tras su exitoso gran trabajo anterior “White Devil Armory” ahora nos presentan este “The Grinding Wheel”, al igual que sus tres trabajos anteriores a través del sello Nuclear Blast.
El disco consta de diez pistas repartidas en prácticamente una hora de duración, el cual ha sido producido por la propia banda y mezclado por el prestigioso ingeniero (para mí el mejor de todos) Andy Sneap (NEVERMORE, TESTAMENT, EXODUS, ACCEPT,…) con un resultado final simplemente brutal ya que este factor es uno de los más destacables del disco. Para la portada han vuelto a contar con su diseñador de cabecera, el californiano Travis Smith (CRADLE OF FLITH, FLOTSAM AND JETSAM, NEVERMORE, OPETH,…) con el resultado que podéis observar arriba.
En cuanto al álbum en sí, los de New Jersey no necesitan demostrar nada a estas alturas, con casi cuarenta años al pie del cañón siendo una de las bandas más infravaloradas del género, pero siempre fieles a su idea con mejores o peores discos pero siempre ahí, siempre presentes. En este disco dan la impresión que han hecho un repaso a su carrera, en él se pueden percibir tanto fases de NWOBHM, pasajes propios de los mismísimos BLACK SABBATH, pasando por bastantes pinceladas de Groove, todo ello bajo su propio sello.
Así podemos encontrar cortes como los dos primeros “Mean, Green, Killing Machine” y “Goddamn Trouble” en las que están muchas de las influencias antes descritas, pero todas ellas bajo el manto del excelente Thrash Metal que practican, con unos agudos y coros de su frontman Bobby Blitz excepcionales y las cuatro cuerdas de DD Verni rellenando esas fases machaconas como solo él sabe hacerlo.
“Shine On”, “Let´s All Go to Hades” y “Come Heavy” son para mí tres de las composiciones menos atractivas del álbum, en ellas quizás abusen del Groove, además que en la primera de ellas parece tener demasiado relleno, a sus seis minutos de duración le sobran fácilmente dos de ellos. Pero luego llegan los cortes “Red White and Blue”, “The Wheel” y “The Long Road” la cual está situada entre las tres antes referidas y se vuelve a dibujar una sonrisa en mi cara, aquí se encuentra la versión más thrasher de esta mítica banda, riffs asesinos que te estallan en el rostro, mala baba de la base rítmica y unas guitarras asesinas a las que el señor Sneap ha sabido sacarle todo el partido, simplemente perfectas, simplemente OVERKILL.
Para acabar este sobresaliente disco encontramos la pista que da título al disco “The Grinding Wheel” y en él han querido recopilar todas las influencias que hemos ido escuchando durante su recorrido, en estos ocho minutos la banda hace una especie de resumen del disco, con un final épico que realmente te pone la piel de gallina que te hace entender perfectamente este disco, excelente final sin duda.
OVERKILL sigue siendo una apuesta segura en cada álbum que sacan al mercado, y este “The Grinding Wheel” es una prueba fehaciente para demostrar que tras casi cuarenta años de historia siguen sin decepcionar a los amantes del género en particular y supongo que tampoco a los del Metal en general, además no tenemos que esperar diez años entre disco y disco, otro punto a favor para estos maestros del Thrash Metal.
