PARADISE LOST (GB) «Ascension»

Empezaré dejando bastante clara una opinión, y es que PARADISE LOST siempre me han parecido la mejor banda del Gothic Metal de la historia. Empezando por su etapa Death/Doom, pasando por su máximo esplendor cuando hacían Doom/Gothic, y llegando a la polémica  época de incorporar la electrónica e incluso de llegar al Synthpop, para luego hacer una especie de vuelta atrás y volver casi a colocarse en la casilla de salida, como si el tiempo no hubiera pasado por ellos. Algo que siempre ha hecho ser a la banda Británica, el espejo donde reflejarse de gran parte de grupos de la escena Death/Doom/Gothic  contemporáneas suyas y posteriores, convirtiéndose en unos padres del movimiento oscuro mundial.

Ahora, 35  años después de haber editado su debut Lost Paradise, los genios de Halifax aparecen con Ascension, convirtiendo este nuevo trabajo en uno de los mejores álbumes de toda su historia, y un perfecto menú degustación de lo que han sido casi todos sus años de vida, si exceptuamos su etapa más electrónica.

Como siempre, y desde el primer día de la formación de PARADISE LOST en aquel lejano 1988, el núcleo de la formación no ha variado nada con  Nick Holmes a las voces, Greg Mckintosh a la guitarra principal, Aaron Aedy a la guitarra rítmica y Steve Edmonson al bajo; en la batería y único instrumento donde los Británicos han tenido cambios constantes, vuelve un viejo amigo de la banda y que ha estado en formaciones como Kill to This, el gran Blaze Bayley o los colegas de escena My Dying Bride, y estamos hablando del gran Jeff Singer que ya estuvo en los trabajos In Requiem y el homónimo Paradise lost, junto al directo The Anatomy of Melancholy entre los años 2007 y 2013, época que significó el primer paso mas visible a la  vuelta a los orígenes de los PARADISE LOST .

Entrando en materia y sin alargarse mucho, estamos ante un disco prácticamente perfecto para el amante de la banda, y que unos meses antes de su edición ya se entreveía que de nuevo se iban a sacar la chorra con los adelantos elegidos para presentar Ascension, menudos tres temazos con  “Silence like the grave”, “Serpent on the Cross” y “Tyrants Serenade”, volviendo así a su etapa más gloriosa de sus discos míticos entre el Gothic y el Draconian times, y que no solo mantenían la calidad de  sus últimos trabajos si no que además, aumentaban la dosis de nostalgia. Y teniendo en cuenta que en sus últimos años nos han  deleitado con grandes trabajos como el maravilloso The plague within en el 2015, un  denso y glorioso Medusa en 2017 o un gran Obsidian en 2020. Aquí olvidémonos en 2023 de la regrabación del Icon  no por la calidad, sino por su innecesaria edición, aunque sea por su 30 aniversario y recuperar derechos de una obra clásica donde la banda no recibía royaltis en plataformas y ediciones en formato físico.

Destacamos aparte de los tres adelantos, que son gloria bendita y que muestran una banda en forma, a la densa, espesa y pesada “Salvation”, a “Lay a Wreath upon the World” por su bonito inicio acústico y desarrollo posterior potente pero contenido, y el maravilloso “Diluvium” con el típico punteo del señor Greg completamente atonal y que nos deja un temazo marca de la casa de puro Gothic/Doom.

El disco es soberbio  con cinco o seis temas donde PARADISE LOST saca toda la artillería con composiciones variadas, y donde Nick Holmes demuestra su versatilidad  alternando a partes iguales su registro agresivo con las partes más melódicas, y aunque hay algún bajón en la parte final de Ascension donde están  los temas quizás más accesibles y lineales,  rematan faena con un gran  “A life Uknow”.

Poco mas que decir de los Británicos; una banda a la que habrá que dar las gracias el día de mañana, tanto por su insistencia de mantener un estilo que aunque tuvo su época de riesgo y experimentación, siempre lo han hecho con humildad y aportando una calidad indudable, siendo el gran referente mundial del Gothic/Doom  y haciendo las cosas siempre un paso por delante de los demás.

PARADISE LOST sigue ascendiendo en su mítica historia musical, y parece que de momento, no tienen techo.