Cosas que detesto de Italia: cuando viajé a Roma, contemplé el Coliseo y descubrí, con desasosiego, como la parte inferior estaba oscurecida por el humo de la multitud de coches que por allí circulaban. Allí estaba yo, a punto de un síndrome de Stendhal, y veía como, por la cotidianeidad de tener como compañero de andanzas a un edificio del siglo I, había poca preocupación por el estado del mismo. Luego, eso sí, al estar dentro del Panteón de Agripa me sentí sobrecogido por la solemne cúpula y su óculo. Aparte de eso, más cosas que odio de Italia, su manía de exportar cantantes melancólicos de voz rasposa y la cansina de LAURA PAUSINI. Años después te reconcilias con el país vecino cuando descubres a LACUNA COIL o a FLESHGOD APOCALYPSE o la mismísima RAFAELLA CARRÁ, que siempre me pareció de lo más Punk. Pero… ¡cómo he llegado a odiar la producción musical italiana durante muchos años! ¡Colorea y aprende con Teo!
Sí, ya lo sé. No se puede categorizar y catalogar el legado musical de un país por una parte del mismo, pero es que ¡ojito, con los melosos tabarras italianos! Y desde luego, no podemos, del mismo modo, atribuir el monopolio de determinado estilo a una determinada ubicación geográfica. ¿Sólo el buen Black Metal es el noruego? Ni por asomo. Así que en estas nos encontramos con una nueva propuesta por parte de los italianos PARTICLES. ¿Y qué tenemos? Pues, como podréis suponer, no se trata de un AL BANO, ni de RICCHI E POVERI versión 2022. De hecho, y como para dar pistas, este trabajo se llama “Heavy Heart”.
“Cheers to revenge” comienza con unos poderosos acordes acompañados de fondo por un bajo omnipresente y que lleva el peso y el groove del tema, aunado con una versátil voz femenina y un perfecto balance entre las partes más electrónicas y las netamente rockeras. “Pleasure” es un temazo que comienza casi a capella, con unos estribillos realmente poppys que, lejos de causarme rechazo, son realmente embaucadores y la variopinta voz femenina ofrece una interpretación realmente interesante, casi desnuda durante gran parte del desarrollo. ¿Y el acompañamiento de teclado? arropa y redondea en todo momento. Hay efectos vocales, pistas minimalistas pero necesarias, pinceladas por aquí y por allá de un montón de cosas. Un popurrí de estilos perfectamente ensamblado y de agradable escucha.
“Heavy Heart”, el tema homónimo, se inicia con una línea melódica que va a ser el hilo conductor de todo el tema. Reminiscencias de GUANO APES y aquí mi sentido arácnido vibra. Percibo sinceridad en cada línea, tanto en la composición como en la interpretación. Una banda ecléctica que toca lo que les sale del… coliseo. “Does it hurt” vuelve a las andadas con efectos sonoros, guitarrazos potentes, una base rítmica colosal, y una interpretación vocal que rezuma profesionalidad, actitud y que también puede desgarrarse a gusto. “Still Ill”, por el contrario, es delicada y abandona en su mayor parte toda la carga eléctrica del Rock para meterse en derroteros más electrónicos, aunque sin abandonar la esencia de la banda. “Masquerade” entra a lomos de guitarras saturadas y no para hasta el final, en un tema ágil y sin fisuras que enlaza con “You could have called”, un interludio cargado de electrónica que sirve de entrada para el siguiente tema. “Better not swipe” complementa el balance entre las partes rockeras y la carga de efectos sónicos disparados, sin duda, desde unos sintetizadores. Y, por alguna extraña razón, la banda me transmite la certeza y la seguridad de que serán muy capaces de defender este trabajo en directo sin el apoyo exclusivo de los teclados. Pero como aditamento, están muy bien conseguidos e integrados en los temas. “Judas kisses” lleva un ritmo vacilón con buenos breaks y buenos estribillos; sin presiones ni pretensiones, como ya he dicho, es una banda que toca lo que le sale del coliseo y este tema es buena prueba de ello. “My only enemy” cierra el álbum con una nueva vuelta a un tema frágil, solo voz y acompañamiento de sintes.
Muy completo, variopinto en sus acercamientos y en el tratamiento de la música, ecléctico en sus distintas atmósferas y ambientes. Una buena prueba de que en cualquier sitio puede salir una buena banda, como es el caso de los italianos PARTICLES. Que oye, que sí, que la tabarra que nos dieron AL BANO y ROMINA, pero hay que pensar fuera de la caja y recordar las bandas que he mencionado antes, y ahora con una propuesta más alternativa también tenemos a PARTICLES.
Puntuación
Nota - 8
8
Nota
Muy completo, variopinto en sus acercamientos y en el tratamiento de la música, ecléctico en sus distintas atmósferas y ambientes. Una buena prueba de que en cualquier sitio puede salir una buena banda, como es el caso de los italianos PARTICLES. Que oye, que sí, que la tabarra que nos dieron AL BANO y ROMINA, pero hay que pensar fuera de la caja y recordar las bandas que he mencionado antes, y ahora con una propuesta más alternativa también tenemos a PARTICLES.