SOULGRIP (BEL) «Not Ever» CD 2018 (Consouling sounds)

Por Cesar Luis Morales

El primer uso que se hizo del termino Post-Rock fue por el crítico musical Simon Reynolds allá por el año 1994, para describir el sonido de algunas bandas que utilizaban la instrumentalización del Rock, pero que desarrollaban un estilo musical que no es encontraba dentro de la tradición del género. ¡Colorea y aprende con Teo!

Actualmente, parece haber una masificación del término. Por todas partes nos asaltan las propuestas de Post-esto o Post-aquello. Parece ser que si añades el prefijo Post- a tu estilo, molas más. ¿Qué será lo próximo? ¿Post-verbena? ¿Post-chirigota? Pero también es cierto que, por otra parte, existe una nueva hornada de músicos que, adorando un determinado estilo de música, quieren seguir tocando eso con lo que crecieron pero expandiendo los límites. Y el Rock es el mejor estilo para hibridar. El Rock, como tal, es hijo de mil padres. Hay multitud de estudios al respecto; echadles un vistazo y veréis de qué hablo. Y debido a su naturaleza híbrida, el Rock es, a su vez, padre de mil hijos. El Rock, el Hard-Rock, el Blues-Rock, el Heavy-Rock, el Heavy Metal, el Speed, el Thrash, el Punk-Rock, el Hardcore, el Death Metal, el Black Metal, y la lista sigue hasta el infinito… Más hijos que los que dejó Zeus a lo largo de toda la mitología griega.

Y dentro del Post-Black Metal, nos encontramos con los belgas SOUL GRIP. Formados en 2014, desde entonces se han pelado el culo tocando en mini-giras y en festivales. La discografía es escasa (por ahora): un primer disco “Avadon” (2015) y un Split este año junto con VVOVNDS. En noviembre acaban de sacar esta maravilla que es “Not Ever”. Provenientes de la escena HC belga, estos muchachotes siguen la filosofía del DIY (Do It Yourself) y se lo han guisado todo ellos, salvo la grabación de las pistas de batería. Y sí, son Post; de hecho, son muy Post-Black Metal. Como decía el otro: Muy Post-Black Metal y Mucho Post-Black Metal.

Sí, tenéis el estilo primordial y abrasivo del Black Metal, pero tamizado por  una instrumentalización que bebe de estilos como el Post-Rock o el Shoegaze, con esas guitarras retroalimentadas, ruidosas y melódicas. Y sí, abren el álbum con “Ton Rêve”: un berrido descarnado de Nathan Vander Vaet muy Black, y el inicio promete una andana del viejo y pútrido Black Metal, para saltar hacia la mitad de la interpretación a unas guitarras etéreas, atmosferas y sentimientos dibujados apenas en el aire. ¡Acojo-flip-ante!

Y siguen, “Ailes noircies” va a la inversa, empiezan con el Post y se van al Black, aunque es difícil determinar cuándo es un estilo y cuando es otro. Como una hebra bien tejida, ambos estilos van íntimamente intrincados y sé que puede ser difícil de asimilar el concepto, pero ¡qué manera tan delicada de tocar Black Metal!

¿Qué decir del majestuoso inicio de “Grav I”? ¿De cómo se marcan una intensidad tan brutal en los dos minutos de “Grav II”? Y junto con “Grand” completan el cuerpo central del disco. Porque luego entramos ya en la cumbre, los dos últimos temas del álbum. Escucha el inicio de “Never Leave” y dime que no notas escalofríos descendiendo por tu espina dorsal. Algo tan etéreo y tan magistral no es de este mundo. Ahí es cuando se ve toda esa vena tan Post de la que estamos hablando, y la siguen desarrollando a lo largo del tema, que sube y sube como una emocional marea que te deja devastado. Sí, te dejan con el estado de ánimo perfecto para entrar al último corte, “Fiend”, 10 minutazos, donde esa hebra de la que he hablado antes, la que entrelaza el Post y el Black toma la forma de una Magnum opus, una obra maestra, canónica del Post-Black Metal.

SOUL GRIP son, en efecto, un grupo de Post-Black Metal, pero en su caso, el Post no es un añadido para molar más. No, son un grupo que ha legitimado el término de Post-Black Metal. Así que hablando de molar o no, ¡no seas un menos-mola y agénciate este álbum!