Mi mala memoria, sumado a lo flipadísimo que he sido siempre, me hizo crear un metal archives casero (en cuadernos de papel, claro) a base de devorar revistas, programas de radio y dejarme la paga en Repulse. Aparecían ante mi TERATOMA y con ellos otro punto de inflexión en mi desarrollo como pequeño cafre. Como me dijo hace poco un amigo emulando a Sábato, «no es que todo tiempo pasado fuera mejor, es que la gente echa algunas cosas de menos». Trabajo bastante poco la nostalgia, pero ha sido imposible que no aflorase ese sentimiento en mi al presentarse la oportunidad de reseñar el nuevo trabajo de esta mítica formación catalana.
Su regreso tras 13 años de parón se produjo en 2016 con una demo-ensayo horrorosa y a finales de 2017 publicaban el EP «From Inside…Reborn the Flesh» con sonido más que digno y buen sucesor de «The Terato-Genus Reborn» (1999), clásico inmortal del Death/Grind nacional, pero donde se apreciaban lógicos cambios, en su sonido y en nuestros oídos, tenía mis dudas si volvían para quedarse.
«Overtures of the Flesh», publicado en Diciembre por Base Record Production, abandona por completo el pasado Grind de casquería, ya mermado en el EP, pero conserva las ganas de carnaza del BDM más perverso y violento, y del OSDM más terrorífico. Desaparecen MORTICIAN de la mezcla, a pesar de mantener las clásicas intros, y prevalece un sonido más BROKEN HOPE en lo brutal, cargado de buenos y variados tempos. El disco no entra a la primera (buena señal) pero suena perfecto y te invita a reproducirlo una y otra e ir descubriendo cada detalle y técnicas de las macabras historias que en él se cuentan. Buenísima producción, donde por fin consiguen el equilibrio de potencia y técnica en este trabajado disco, limpio a la vez que bestial.
Se abre «Overtures of the Flesh» desde una antigua pantalla de televisión cuando el Dr. O’Blivion explica a Max Renn los placeres de la carne en la cinta de culto «Videodrome». Nuevo guiño de los catalanes a Cronenberg como ya hicieron con «The Bundlefly Project» homenajeando «La Mosca», al que está vez también dedican portada. El tema «Overtures of the Flesh» es solo un buen ejemplo del viaje siniestro cargado de tensión al que nos somete este disco. Misma tensión que soportan las cuerdas de esas guitarras en el doble trémolo, tensión que potencian recursos clásicos del estilo como los multiples armónicos, multiregistro vocal descomunal cargado de reverb, coros con delay y una base demoledora con tremendo blastbeat aspersor style y buenos adornos por la zona aérea. Brutal y vertiginoso, al igual que la directa, aunque quiere slamear por momentos, «Painful Domain» con la que el tiempo y dinero invertido en mindfulness se va al garete. Un engendro de las dos anteriores es «Across Empty Graves» donde sobresale el impresionante gutural subacuático que quiere recordar al pasado de TERATOMA. Para terminar el bloque de los temas más directos y brutales, mención especial a «Coronation», tema regrabado del 2016, autentica escabechina sónica que servirá de excusa para lucir tus mejores molinillos. ¿CANNIBAL CORPSE o SUFFOCATION? ¡Presentes!
No hay respiro, esto es cera extrema, pero por algún motivo destacan además de por su contundencia, la aversiva «Unncany Valley», que arranca con el limitador activado aunque parezca evidente que en algún momento va a petar. De corte mas europeo, pasa del misterio a la repulsión describiendo la curva del rechazo a través de una maravillosa lluvia de armónicos, una excelente distribución de planos sonoros y una voz casi legible. «Shadows of Bedlam» me parece un temazo que tiene todo lo necesario para convertirse en clásico y buque insignia de los nuevos TERATOMA. Buenas velocidades, ambientación espectacular, estribillo coreable y un puente de susurros y pick slides increíble. Un logrado recorrido por la galería de horrores de Bedlam en el que he sentido lo mismo que la primera vez que escuche «Sweet Lobotomy» de AVULSED, cada una en su lugar. La simple «Suicide Forest» nos traslada al famoso bosque de Aokigahara, ese mar de árboles ideal para acabar con uno mismo, (imperdible homenaje de ENTHRONED el año pasado en «Silent Redemption»). Punto groove, punto thrash, punto oriental y tres puntazos en forma de solos. La redonda y bien estructurada «Wonderlies», oda seudológica que se va y vuelve varias veces, da una lección del manejo del tempo y pasa por brillantes momentos instrumentales con buen golpeo, donde también se pone a prueba la resistencia rítmica. Cierra «1985», otro temarraco, otro homenaje, en este caso a papá. Dedicado al año que nació oficialmente el death metal con el primigenio «Seven Churches» de POSSESSED, imposible no amarlo. TERATOMA invierte su T central e interpreta sin perder su potencia el significado de esta trascendental obra, reescribiendo en clave añeja el riff tremolero de «The Exorcist», aunque podría ser de cualquiera de los 10 cortes que componen semejante piedra angular.
El caso, en perspectiva, de POSSESSED que publicó uno de los mejores discos del pasado año, 34 después de su debut, es buen ejemplo para TERATOMA, quienes demuestran haber sabido adaptarse y aplicando un enfoque maduro y fiel a sus ideas, firman un discazo soberbio. ¿Quién quiere un «Seven Churches» o un «The Terato-Genus Reborn» en 2020?
Puntuación
Nota - 8.8
8.8
Nota
El caso, en perspectiva, de POSSESSED que publicó uno de los mejores discos del pasado año, 34 después de su debut, es buen ejemplo para TERATOMA, quienes demuestran haber sabido adaptarse y aplicando un enfoque maduro y fiel a sus ideas, firman un discazo soberbio. ¿Quién quiere un "Seven Churches" o un "The Terato-Genus Reborn" en 2020?
