Por Santi Gzlez
Me pongo a repasar el curriculum de Carlos Mejías, autor de esta obra, y es que se me pone la piel de gallina. Estamos ante uno de los músicos nacionales, de metal extremo, que más se ha involucrado en diferentes proyectos. A saber, además de editar su cuarto trabajo con THIRST OF REVENGE ha prestado su voz en dos ocasiones para CATASTROPHIC EVOLUTION, editó baterías y canto, además de las letras para CEREBRAL TORTURE, prestó también su voz para ENGORGED WITH DECADENCE. Además…todos lo conocemos por su etapa en HUMAN MINCER. Seguimos… cantó en el primer trabajo de MIND HOLOCAUST y además fue músico de “sesión” para bandas como CARNIVOROUS VORACITY, INFECTED FLESH y SAD EYES. Todo esto teniendo en cuenta que, por supuesto puedo haberme confundido y estoy muy seguro de que algo se me habrá olvidado.
Lógicamente THIRST OF REVENGE es su proyecto, en el hace absolutamente de todo, todos los instrumentos, letras, grabación, edición, master… en definitiva, un trabajazo de campeonato con un resultado impresionante que deja bien claro de su capacidad productiva y su talento. No hace falta más que darle al reproductor para darnos cuenta, porque el sonido es absolutamente profesional. Denso, brutal, aplastante, apabullante. Con unas guitarras demenciales, con una distorsión majestuosa pero a la vez somos capaces de distinguir absolutamente todo, sin perder detalle y notando como los altavoces nos tiran para atrás, pues el master es bestial, arriba del todo, sin compasión.
Creo no equivocarme, además, si digo que este es el mejor trabajo de Carlos en todos los aspectos. Es más brutal, mucho más trabajado, menos retorcido que en algunas partes pero no por ello soso, más melódico y con ese ambiente que se crea solamente cuando se requiere, mediante guitarras “solistas”, mientras los riffs son rapidísimos, afilados, violentos, alternados con palm mutes slam de alto calibre. Su brutal death no deja títere con cabeza. Puas contrapuas de vértigo alternadas con partes slamming con cuentagotas y esos medios tiempos machacones, que hacen que la obra no te deje distraerte. Eso en cuanto a las guitarras, porque las voces… ¡Qué os voy a contar de la voz de Carlos!
El despliegue vocal es insultante. Toca todos los palos, todos, menos el limpio. Voces gorrinillo, guturales, ultraguturales, agudas, agresivas… todas una por una y mezcladas de tal forma que te vuelves loco escuchándolo, intentando seguirlo y captar todos los detalles. Es brutal. Y es que este trabajo está hecho a la medida de ello. Se nota que son sus instrumentos, la voz y la guitara, y todo gira a su alrededor dejando al bajo y a la batería en un segundo plano, compositivo y de producción.
Y si a esto añadimos un artwork soberbio, realizado por Adi Dechristianize, pues ya tenemos un disco que es imprescindible para una colección que se precie en cuanto a metal extremo se refiere. Si todo esto no lo ha podido pasar por alto Frank Leupert de Morbid Generation, no lo pases tú por alto.
Nota - 8.5
8.5
Nota
un trabajazo de campeonato con un resultado impresionante que deja bien claro de su capacidad productiva y su talento. No hace falta más que darle al reproductor para darnos cuenta, porque el sonido es absolutamente profesional.
