El pasado 20 de junio de 2025, WormHoleDeath lanzó el segundo Elepé de los Death Crusties KÜNTSQÜAD. El plástico tomó el nombre de «Satans Cock».
La alineación del conjunto es la siguiente: Brett Eldridge (bajo), Adam Holmes (batería), Paula VCDamnzal (guitarra y voz), Nikronomicon Satanik (guitarra).
Después de transcurrir dos años desde que saliera su debut homónimo, el cuarteto australiano vuelve a la carga con un trabajo de difícil digestión. La propuesta del grupo en sí se podría definir como incómoda a la par que fresca hasta cierto punto. Los temas son oscuros y obsesivos, repletos de instantes pesados y marcados, intercalados con otros de tintes más fluidos y veloces. A nivel estrictamente personal, he de confesaros que los 34 minutos aproximados que dura el Long Play se me han hecho algo pesados. No obstante, creo que merecen ser aprobados, ya que, sin temor a equivocarme, puedo asegurar que son únicos en su especie.
Las seis cuerdas son simplistas y efectivas. Vuestros panales auditivos serán maltratados tanto con riffs reiterativos como con otros más seguidos. Existen las dobles armonías, y son introducidas de forma muy personal, al igual que los solos. Creo que era totalmente innecesario el hecho de usar en la práctica totalidad de los tracks un leve intro con voces distorsionadas maquiavélicas. Gracias a Odín, lo que predomina en este apartado, son unos growls realmente cavernosos. La percusión es dinámica y no cesa de interrumpirse a sí misma para crear cambios de recorrido. Eso sí, tal vez a más de uno le resulte demasiado abrupta.
Destaco «Dot» y «Ominous». Yo de vosotros no me las perdería. Es cierto que «Satans Cock» no es para todos. La única forma de saber si os va a cuadrar es dándole la oportunidad que merece. Ya sabéis que tenéis que hacer ¿verdad?
Valoración
Puntuación - 6.5
6.5
Nota
KÜNTSQÜAD lanzan “Satans Cock”, un segundo LP incómodo, oscuro y obsesivo que mezcla Death, Crust y caos sonoro. Riffs simplistas, growls cavernosos y percusión abrupta en 34 minutos de agresión australiana. No es para todos, pero su identidad es innegable.
