BECOMING THE ARCHETYPE (USA) «Children of the Great Extinction»
Solid State Records, 2022
Pues hoy, niños y niñas, retomamos la Biblia. Tranquilos, hay que conocer al enemigo y, dicho sea de paso, es el libro más vendido y traducido del mundo. Dice la Biblia en Genesis 1:26: “Y dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. Y puesto que Jesús era la única persona que alguna vez estuvo libre de pecado, Él es el arquetipo de la humanidad, el patrón o modelo perfecto. ¡Colorea y aprende con Teo!
Menciono esto a pesar de que ya sabéis que no soy muy amigo de según qué creencias. Escéptico y cínico como Diógenes que es uno. Pero este mi escepticismo se ha visto sacudido por la propuesta de estos chicos: los BECOMING THE ARCHETYPE (convirtiéndose en el arquetipo). Y es que la propuesta de esta gente viene encuadrada dentro del Death Tech o el Deathcore con muchos, muchos tintes progresivos. Pero es que se declaran abiertamente cristianos, de ahí el nombre de la banda. ¡Cágate, lorito! La banda llevaba en activo desde 1999 hasta el 2013, momento en el que, tras la publicación de su quinto trabajo “I Am”, pararon y mantuvieron un hiato, en principio, indefinido. Como los caminos del Señor son inescrutables, después de una década, se vuelven a juntar y publican este excepcional “Children of the Great Extinction”. ¿Podéis cantar un aleluya?
“The Dead World” es una apertura brutal y lo tiene todo condensado en cinco minutos. Desde el mortal riffing que se mantiene a lo largo del tema como hilo conductor, hasta las contrastes vocales entre los guturales y las voces limpias, los pasajes de teclados progresivos en la línea DREAM THEATER, hasta las bajadas de vueltas y ritmos ralentizados con riff pesados y armónicos discordantes. En “The lost colony” es el bajo el que lleva la línea, pesado y retumbante como un mastodonte. Y se descubren los músicos desplazando los tempos. Un tema complejo por las vueltas y revueltas que llevan y el enorme trabajo de los dos vocalistas. Y la parte limpia es brutal. Solos técnicos e intrincados ejecutados con una precisa belleza, con una melodía engarzada en el desarrollo del tema, no como una demostración pajera de subir y bajar notas por el mástil a toda hostia. “The remnant” es otra maravilla intrincada. El continuo contraste entre las vocalizaciones de Hecox y de Wisdom (los dos vocalistas, guitarra y bajista respectivamente) es digno de mención, y aquí las limpias llevan la mayor parte de la composición, dirigiendo el tema por unos derroteros melódicos que, en contraste con las partes más cazurras, hacen que esta banda te vuele la cabeza. Y el onírico desarrollo instrumental es sublime.
“The Calling” se inicia con un ominoso ambiente sacado directamente de las pelis de terror que después de unos trallazos más metálicos (ya sabéis, guitarra, bajo y batería) se vuelve a quedar en ese ambientillo malsano de piano para estallar en una salvajada cabalgante y percutiva. Y no voy a volver a redundar en lo que es el sello de identidad de esta banda, pero es que es reseñable: la instrumentalización de tres derviches, los intrincados riffs, el bajo en plan muro, la batería milimétrica, los contrastes de voces entre las dos gargantas, luz y oscuridad… “The Phantom Field” sorprende por su entrada etérea, acompañada de arreglos de cuerdas, un breve interludio sensible, frágil, pero que, a pesar de todo, no desentona con el resto del trabajo. “The Awakening” se inicia con una serpenteante línea de claras reminiscencias orientales y se desata un potente trabajo que bien te podrían firmar unos ORPHANED LAND, pero en una vertiente más Death, más progresiva y más oscura. “The Hollow” es difícil de encasillar como Death, como el resto del trabajo. Es indudable que el ataque, que la base, que la intención, que ciertas maneras de componer y de llevar el compás vienen de allí, pero BECOMING THE ARCHETYPE lo llevan a tal punto… Se han sentado los tres genios y se han dicho “Vale, nos gustan DEATH, pero también FALLUJAH o EXTOL, ¿Y si le damos una vuelta más? Y como ejemplo, pues este tema, porque la parte de los solos de guitarra es una auténtica flipada sideral. Un tema para ponértelo en bucle. “The Ruins” es otra flipada donde cuentan con la colaboración de Ryan Clark (de DEMON HUNTER), que es un tema que bajaría el nivel si no fuese por las intervenciones de bases pregrabadas y las melodías vocales (en esta ocasión, a tres gargantas). “The Curse” es otra sobrada, porque es agresivo, pero tiene esas pinceladas BECOMING THE ARCHETYPE que me hacen amarlo. Y veo que llego al final con “The Sacrament”, con una duración de 08:35. Sin haberlo escuchado, ya sé que me va a gustar.
Ocho minutos y pico después… Aquí tendría que insertar el icono ese de ojos como platos, mandíbula a la altura del esternón… Así que sí, niños y niñas, BECOMING THE ARCHETYPE se muestran orgullosamente cristianos, pero con un álbum como este, incluso después de haber estado diez años de parón… Si en vez de los coros moñas de las iglesias, pusiesen esta banda, el próximo domingo me iba de cabeza a misa de doce. ¿Y tú?
Puntuación
Nota - 9.5
9.5
Nota
Ocho minutos y pico después… Aquí tendría que insertar el icono ese de ojos como platos, mandíbula a la altura del esternón… Así que sí, niños y niñas, BECOMING THE ARCHETYPE se muestran orgullosamente cristianos, pero con un álbum como este, incluso después de haber estado diez años de parón… Si en vez de los coros moñas de las iglesias, pusiesen esta banda, el próximo domingo me iba de cabeza a misa de doce. ¿Y tú?