BLEEDING THROUGH (USA) «Love Will Kill All» CD 2018 (Nuclear Blast Records)
Por Antonio José Lastres
Los más veteranos del lugar recordarán la época en la que el metal estaba dominado por una nueva legión de bandas como KILLSWITCH ENGAGE, ALL THAT REMAINS, SHADOWS FALL o UNEARTH, que recogían el testigo del death melódico de AT THE GATES o IN FLAMES para crear una nueva fórmula conocida como metalcore.
Actualmente, y mientras que muchas de estas bandas abandonaron el barco, el género intenta levantarse y volver a sus tiempos de gloria con una nueva e interesante generación de bandas como BURY TOMORROW, IN HEARTS WAKE o AUGUST BURNS RED, pero nada como la vuelta de una vieja gloria del género como los americanos BLEEDING THROUGH para poner las cosas en su lugar y crear cátedra.
BLEEDING TRHOUGH se formaron en Orange County, Estados Unidos. La banda colmó la originalidad de la época combinando estilos tan dispares en aquel momento como el metalcore, el metal sinfónico y el death metal. Desde su debut “Dust To Ashes”, la banda ha publicado siete discos. Su éxito casi inmediato los llevó a girar con bandas del calibre de ALL SHALL PERISH, CALIBAN, LAMB OF GOD, SLIPKNOT O UNEARTH.
Si bien la banda anunció en 2013 su separación definitiva de manera amistosa y para dedicarse a otros proyectos, solo han hecho falta cinco años para que sus miembros hayan recapacitado y decidido volver por lo más alto. Dicho esto, solo había que darle al play y contemplar el esperado regreso de BLEEDING THROUGH.
El álbum abre con “Darkness, a Feeling I Know”, una intro que puede llegar a descolocar a más de uno debido al acto de presencia del teclado de Marta Peterson emulando un órgano de iglesia a la par que Brandan Schieppati nos va narrando unos versos en voz limpia que terminan conectando con uno de los primeros singles del disco, “Fade Into The Ash”, canción que no pillará desprevenido a ningún conocedor de la banda. Se aprecia un gran trabajo vocal en el que se cuadra perfectamente la combinación de limpias y guturales. Es evidente que la banda ha querido trabajar y cuidar este detalle para contentar a todos los sectores del público. Buen comienzo para este álbum.
“End Us” viene a destruirlo todo directamente. Desde el breackdown inicial acompañado de unos amenazantes coros hasta el momento en el que Brandan comienza a comandar la canción con su devastadora voz. De nuevo gran mezcla limpias/guturales. Aquí el teclado toma el papel de acompañante respaldando el gran trabajo de las seis cuerdas.
“Cold War” recordará más que nunca a los primeros tiempos de BLEEDING THROUGH; arranque devastador con blast beats incluidos, puente oscuro y dramático, y unos coros pegadizos a más no poder. “Dead Eyes” será la siguiente canción, siendo esta algo más experimental y más melódica, más cercana al metal alternativo con algún toque incluso electrónico.
Llegando al ecuador del disco la banda nos regala una de las joyas del disco, “Buried”, que arremete sin piedad contra el espectador y de nuevo retrotraerá a la época dorada del género. Un corte de death metal melódico en el que toda la banda ejerce una labor espectacular, desde el sempiterno Brandan a las voces hasta el oscuro teclado de Marta, pasando por la tremenda percusión de Derek Youngsma. Mención especial a las guitarras influenciadas por los mejores AT THE GATES.
Con “No Friends” la banda baja algo el acelerador y se queda en una canción correcta que no termina de estar a la altura de lo escuchado hasta el momento a pesar de los buenos arreglos que esta posee. “Set Me Free” fue la encargada de salir al mercado como single y anunciar el lanzamiento de este álbum. Estamos ante una de las canciones más contundentes del redondo, con una sección rítmica imponente (atentos a esos breackdowns y a esos blast beats) y unos oscuros teclados que crearán la atmósfera perfecta para cerrar la canción.
“No One From Nowhere” es un interesante ejercicio de experimentación sin dejar de lado la contundencia habitual de la banda. Muy atentos a los contratiempos de guitarras y batería, con los que la banda coqueteará con el djent más moderno. Al igual que la anterior, “Remain” también será un intento por parte de la banda de sonar más actual que nunca. El resultado en sí no es malo ni mucho menos, pero la banda se percibe algo fuera de lugar en estas tesituras. Tal vez en un futuro sepan concretar canciones de este estilo con más acierto.
Tras los dos últimos experimentos la banda retoma la senda con “Slaves”, donde de nuevo la sección rítmica vuelve a llevarse la palma con ese doble pedal tan insano. Derek Youngsma se perfila sin duda como uno de los mejores baterías del género. Para cerrar el álbum nos encontramos con “Life”, una canción muy dinámica y caracterizada principalmente por la atmósfera creada por el teclado. La melodía en esta canción tiene un peso enorme, residiendo la maestría en que en ningún momento le resta contundencia al global de la canción.
Tras varias escuchas lo primero que hay que decir es que BLEEDING THROUGH han vuelto para quedarse. Lo fácil para ellos hubiese sido componer lo de siempre y colgarse la medalla de la nostalgia, cosa que los americanos han evitado a toda costa. A pesar de no perder sus señas de identidad y de conservar su sonido de siempre, han vuelto con buenas y nuevas ideas, con ganas de innovar. Eso, con mayor o menor acierto siempre es loable. Siempre es una alegría tener de vuelta a una banda que ayudó a cimentar uno de los géneros claves del s. XXI.
Nota - 8.5
8.5
Nota
Tras varias escuchas lo primero que hay que decir es que BLEEDING THROUGH han vuelto para quedarse. Lo fácil para ellos hubiese sido componer lo de siempre y colgarse la medalla de la nostalgia, cosa que los americanos han evitado a toda costa.