BLOOD FEAST (USA) «The future state of wicked» CD 2017 (Hell’s Headbangers)
Por Carlos Bermejo
La mítica banda procedente de New Jersey BLOOD FEAST formada inicialmente en 1985 bajo el nombre de BLOOD LUST lanzará al mercado tras la friolera de veintiocho años después su tercer larga duración titulado “The Future State of Wicked” y será el próximo catorce de abril a través del sello Hells Headbangers Records.
Este trabajo está compuesto por diez cortes repartidos en un total de algo más de cuarenta y tres minutos de duración y que sigue la línea del Thrash Metal de corte agresivo tan característico en ellos desde sus inicios.
El álbum comienza con “INRI” un corte con mucha influencia de su disco estrella “Kill for Pleasure” en el que observamos unos riffs asesinos y un estribillo demoledor, al igual que la canción que le sigue “Off With Their Heads”” sólo que en esta última so más notables sus influencias de Speed Metal en alguno de los sus riffs.
En “Brethren” y “By the Slice” encontramos dos cortes totalmente diferentes a los dos primeros, unos temas con una estructura más machacona y por consiguiente con una base de Thrash Metal más pronunciada, para mí sin duda junto al que abre este disco, es de lo mejor que nos encontramos en éste.
La siguiente en llegar es “The Underling” quizás unos de los cortes más flojos del disco, cuya parte central cercana al Doom y sus seis minutos y medio de duración no ayudan nada a disfrutarla en su totalidad, aunque hay que reconocer que le da variedad al álbum, como en la que sigue “Last Rites”, un corte en el que prevalece los riffs a una cuerda más propios del Death Metal, pero totalmente alejados a la identidad de la banda.
Y así llegamos a la parte final de este disco con los cuatros últimos cortes, “Who Prays For The Devil” es el más flojo de ellos, en “Nein” vuelven a la fórmula de las dos primeras pistas, “Remmants II” es un corte instrumental de menos de minuto y medio y en él se observarían probablemente los mejores riffs del disco a no ser por la canción que cierra el disco “The Burn”, que es un auténtico trallazo, donde la voz de Chris Natalini por fin encuentra su sitio ideal, lo que hace ganar muchos enteros a la composición en general.