BURIED REALM (USA) «Embodiment of the Divine»

La soledad probablemente sea uno de los principales catalizadores del ser humano. Ese momento de aislamiento, bien obligado o deseado, debe ser una ocasión para la introspección y descubrir quiénes somos y qué somos. ¡Colorea y psicoanalízate con Teo!

Ya sabemos, conocemos y adoramos varios proyectos unipersonales en nuestra parte del mundo que corresponde a la música extrema. Bien por misantropía, o por la condición conocida clínicamente como “juanpalomez” (Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como), pululan por ahí determinados individuos que se lían la manta a la cabeza y, ellos solitos, con sus guitarras y sus Pro-Tools, se lo gestionan todo. Así que, aquí estamos, con el “Embodiment of the Divine” de BURIED REALM, o, lo que es lo mismo, la mente de Josh Dummer. De entrada, para que la cabeza te dé un giro de 180º, el disco tiene dos versiones, una de ellas instrumental. Imagínate a qué nivel estamos hablando para que todo lo que escuchas en la versión cantada no pierda calidad ni desarrollo en la instrumental.

“The Burning Remmants” abre a toda pastilla con un doble ataque a base de guitarras/bombos de los que nos gusta, de los que despeina. Luego la sucesión de riffs tocados a toda leche da paso a la voz gutural, aunque ya empezamos a vislumbrar atisbos de dos vocalizaciones; la otra, más alta y rota. Pero lo que desarrolla este hombre a nivel instrumental es apabullante, y se nota que es el guitarrista de su otra banda, CIRCAIC. Los cambios van, no ya al milímetro, sino a la micra; solos con ese buen gusto y claras influencias neo-clásicas, melódicos y bien metidos. E incluso combina en partes las dos vocalizaciones, el growl y el shriek. Al final de toda la tormenta eléctrica, corte abrupto y unos teclados en fading out. Un solo tema y flipando. Pero es que la fiesta sigue. Porque “Overlord” es otra demostración de calidad compositiva. Intenta aislar lo que va haciendo la guitarra mientras Josh canta los primeros versos de la canción. Nos movemos hacia derroteros de un Death Metal más melódico, pero igualmente potente y con garra. No, no es música que vas a escuchar en el hilo musical de un ascensor; es Death Metal, y vaya como viene.

Se notan ciertas reminiscencias a lo CHILDREN OF BODOM en la forma de construir los temas, sobre todo cuando entran y salen los teclados y en la manera de abordar los soberbios, melódicos y absolutamente fascinantes solos de guitarra. Y si eran alucinantes las maneras de combinar las dos vocalizaciones, el growl y el shriek, en “Master Psychosis” el bueno de Josh nos sorprende con una tercera vocalización, esta vez, limpia. El resto del tema es orgiásticamente Death, pero meter la tercera voz, no hace nada más que mejorar la experiencia, hasta ahora sobresaliente. Es imposible aburrirse, a pesar de lo abrumador de la propuesta, pues el álbum mantiene un pulso de subidas y de bajadas, de detalles de calidad y de imaginación, que te obligan a permanecer atento para no perder detalle. “Escales of Queen Dragon” vuelve a entrar en esa compleja e intrincada temática neo-clásica, épica y fastuosa. Otra pasada de tema que se casca Josh Dummer es “Silver Tongue”, en dónde para la parte virtuosa, se descuelga la guitarra y se mete una pasada de solo de teclados.

Y la cosa sigue y sigue, subiendo y sumando. “In the shallow light” arremete a 4000 revoluciones por minuto, como si pusieses un disco de COB acelerado al doble de velocidad de reproducción; la voz limpia vuelve a aparecer y mantener esa velocidad y claridad a la hora de tocar da muestras del musicazo que es Josh. “Embodiment of the Divine” comparte solos y destreza a raudales por parte de la guitarra y los teclados. Si es que no os puedo decir más, si es que lo tenéis que escuchar con cuatro orejas para asimilar todo lo que ha metido este hombre en el disco de  BURIED REALM. ¿Te gusta el Death? ¿Te gusta el Death melódico? ¿Te gusta el Technical Death? ¿Te gusta la música? Si a cualquiera o a todas de estas preguntas puedes responder con un sí, este es tu disco.

No le falta de nada. Mientras el resto de los mortales en su soledad se apoltronan a tragarse series y comida basura en proporciones iguales, hay otros como Josh Dummer que se gestionan un proyecto como  BURIED REALM.