Por Carlos Bermejo
“But Wait… There’s More!” es el nuevo trabajo discográfico de los mastodontes del Crossover D.R.I., que si bien cuentan en su dilatada carrera con siete discos completos, este es el segundo editado en formato EP, y que vio la luz el diez de junio a través del sello Beer City Records.
Casi veintiún años hemos tenido que esperar para poder degustar algo nuevo del combo americano, desde su último trabajo de estudio de octubre de 1995 “Full Speed Ahead”, pero desde ya puedo decir que la espera ha merecido la pena, tras la primera escucha la sensación que me deja es como si este largo período de tiempo entre los dos últimos discos no hubiera existido en realidad, o como si me hubieran congelado a lo Walt Disney.
En cuanto al sonido de la grabación sólo cabe el adjetivo perfecto, como siempre, sin aditivos y compacto como sólo ellos saben hacerlo y la portada bizarra como la mayoría de las anteriores, para un álbum de cinco temas y poco más de nueve minutos de duración, que evidentemente te deja, como no puede ser de otra manera, con ganas de más, sobre todo motivado por los cinco trallazos que contiene, pero en especial por los tres últimos cortes del mismo, “As Seen on TV”, “Madman” y “Couch Slouch”, los cuales muy posiblemente se conviertan en nuevos himnos para sus fans, conmigo al menos ya lo han conseguido.
El motivo de esta muestra tan corta no es otra y así lo ha comentado el propio Kurt Brecht: “sólo es un puñado de canciones para ver cómo están las aguas, no hemos sacado nada nuevo en mucho tiempo, así que queríamos ver el interés real en ello”, o lo que es lo mismo, ellos viven girando constantemente por EE.UU. con un público quizás reducido pero fiel sin duda alguna, y como no llevan dos días en esto, saben cómo está la venta de discos en estos últimos años, pero ante el clamor constante de sus seguidores para que sacaran algo nuevo, han decidido sacar este EP tanto para contentar a los más fieles como para ver si en realidad merece la pena embarcarse en un larga duración.
Después de soltaros este sermón y para acabar centrándome en el álbum, deciros que si bien es obvio que es muy corto, en sí es una auténtica obra de arte al alcance de muy pocas bandas de este estilo, los seguidores de D.R.I. estamos de enhorabuena, creo que no va a haber ninguno al que no se le erice la piel al oírlo, ahora sólo queda esperar que no pasen otros veintiún años para tener otra obra de ellos, en cierta medida está en nuestras manos, no sea que los más viejos no lleguemos a degustarlo.
