[CRÍTICAS] THE WORLD ALIVE (USA) «Dark matter» CD 2016 (Fearless Records)
Por Álvaro García Benito
Por fín y de manera inesperada, he podido hacer una cosa que creía que no podría. La crítica que voy a traer hoy es de un grupo al que le tenía muchísimas ganas, y no solo porque sea un seguidor de las andadas del joven Luke Holland por Youtube batería al que admiro tanto por su juventud como por el talento que destila, codeándose con los más grandes en los más grandes festivales de batería del mundo sino porque, desde que escuché el single de Trapped no me saco esa melodía de aire arabesco de la cabeza.
Tenía muchas esperanzas puestas en un disco que parecía moverse entre un rollo progresivo con toques comerciales y un poco de electrónica. Por lo general siempre he sido un ferviente defensor del purismo en la música metal, de no mezclar churras con merinas, pero la verdad, desde hace un tiempo, comienzo a pensar que me he cegado al futuro más razonable; la vasta capacidad de generación sonora de los elementos electrónicos permite que la génesis sea mucho más abierta, que los ritmos, las atmósferas y el ambiente se compongan en un universo paralelo y diferente al ya tan manido de las guitarras y las baterías. Y por ese mismo motivo pienso que este disco es una gran creación, ya que el «Dark matter» de THE WORD ALIVE mezcla magistralmente la electrónica, los ambientes abiertos gracias a esos estribillos de gran riqueza armónica como por ejemplo en “Branded” y los fragmentos más devastadores como en la antes mencionada “Trapped”.
El disco comienza con “Dreamer”, que es sin duda una gran muestra de la capacidad de generación de atmósferas que destila este grupo. Y para rematar, una cosa que cabe destacar es la elegancia de los cortes entre secciones en la canción, pasando de un verso a un estribillo haciendo que a penas se note el cambio, manteniendo un continuum muy agradable a la escucha.
Acto seguido aparece “Trapped”, el single que me enamoró por su pegadizo estribillo, por su composición sencilla pero efectiva y por sus cambios de relax a un breakdown con guitarras de 7 cuerdas en lo más grave; básicamente es un single, al menos la función que debería tener, que es enseñar un poco de todo lo que puedes desarrollar en un disco. “Face To Face” es la canción más sosa en mi opinión, demasiado llena de clichés y sin nada que comentar que no hayáis escuchado ya en otras muchas reseñas.
Luego, sin alejarse de la vena comercialoide, pero con mucha fuerza, “Sellout” se presenta
con una batería de las que me gusta ver en Holland, rápida y original. En general lo que más destaca de esta canción es esa rotura con lo ambiental del disco, sustituyendo este efecto por una aceleración del tempo y unos breaks muy esquizofrénicos, aunque sin duda lo mejor es el final, lo dejo en vuestros oídos. Dentro de otras canciones destacables, sin duda se encuentra la que considero mejor de todas: “Made This Way”. El estribillo me encanta, es pegadizo, tiene mucha fuerza y me ha conseguido erizar los pelos de la nuca. Pero sobre todo me impresiona el verso, con un trabajo de la rítmica entre batería y guitarra que deja sin aliento, es constante y compleja y a mi me ha enamorado.
“Suffocating”, siguiendo el ejemplo de canciones de una sola palabra como título, más o menos en la línea de sus compañeras, con la única diferencia de que contiene un solo de guitarra, aunque por lo demás, nada más que destacar, igual que “Piece of Me” o “Branded”. Pero cuidado, con esto no estoy diciendo que sean malas o peores que el resto, ni mucho menos. Siguen la línea de sus compañeras, pero siguen pareciéndome muy buenas canciones.
“Grunge” no deja lugar a dudas en cuanto a su distinción del resto. Comenzando con el sonido del motor de una moto en ralentí, una batería digna del hard rock del bareto más
americano y un riff de guitarra muy rockero, en una tonalidad mayor, te saca del ambiente que han generado, rompiendo con la línea, aunque sigue teniendo un estilo parecido al de las otras, consiguen crear una sonoridad un tanto distinta y que llama la atención.
Acto seguido, con un ambiente mucho más oscuro, tal como dicta su nombre, “Dark Matter”, que da su título al disco, se introduce con un punteo de guitarra con un sonido decadente, transformando esa melodía a lo más grave que permite la afinación y creando una sonoridad muy pesada. El estribillo sigue la línea del resto, pero es que si son brillantes, para que cambiar la fórmula. Hacia el final de la canción dejan caer el mejor breakdown del disco, sin duda, donde se desarrolla una complejidad rítmica en la batería que es alucinante. En el último estribillo introducen una guitarra en un punteo cíclico que consigue generar un ambiente psicodélico, dándole un color mucho más rico al final. Para acabar encontramos “Oxy”, que se mueve en un estilo más cercano al metalcore, pero que sigue trabajando las secciones rítmicas exquisitamente.
De momento, en mi humilde opinión, considero este uno de los mejores disco que he escuchado en las salidas de este año. Quizás mi opinión no es del todo objetiva, debido a la presencia de uno de mis baterías favoritos, pero bueno, cuando una opinión ha sido objetiva, ¿no?. Sobre todo me gustaría destacar la elegancia con la que combinan
elementos electrónicos con la esencia de las guitarras en afinaciones graves y las secciones rítmicas muy bien trabajadas. Cada vez queda más claro hacia dónde va el futuro del metal.