Por: Lluís García Sola
Aprovechando el décimo aniversario del primer disco de la banda “Luchando Hasta el Final”, los riojanos ZENOBIA lanzan al mercado este “Baladas”, un álbum en el que nos muestran su lado más íntimo regrabando para la ocasión sus canciones menos heavies, apoyadas por la colaboración de distintos invitados. Así pues, después de sorprendernos este mismo año con uno de sus mejores trabajos, “Supernova”, siguen dando que hablar con esta nueva e inesperada propuesta. Quizás resulte un poco arriesgado por su parte, al suponer a priori un álbum más enfocado a sus fans y a un público más concreto, pero recomiendo su escucha a cualquier amante de la música que sepa valorar y disfrutar de la cara más dulce del Heavy Metal.
La dupla Jorge Berceo/Víctor de Andrés inicia el compacto “Como un Tifón”, con el simple magnetismo desprendido por la desnuda voz del primero y la acústica del segundo, en un derroche de desbocada pasión provocada por el dolor de un desamor. Isabel Bermejo, de BLACK DESERT, a los que tuve el reciente placer de descubrir, firman un bello dúo vocal a golpe de la declaración de amor reflejado en su letra. Uno de los momentos más intensos del álbum nace “Ante tus Ojos”, con la atmósfera que Santi Novoa de WARCRY sabe imprimir con el sonido de su teclado, rubricado además por un potente solo de guitarra de Víctor que le añade esa gota de rabia que tan bien le sienta al corte.
La nota más internacional la aporta “Concédeme una Vida”, con ese juego vocal alternando el castellano y el inglés que aporta CONN BUX, mezclándose con los versos de Jorge. Singular pero eficiente cóctel musical. Un breve “Interludio” instrumental nos sumerge en un mar de tranquilidad antes de seguir con el resto de temas llegado al hemisferio del álbum. “Vuelve”, uno de los iconos del grupo, pierde algo de energía a su paso al formato acústico, pero sigue conservando su encanto natural gracias a la preciosa voz de Jorge y los arreglos orquestales que se esconden en su interior. “Si No Éstas Junto a Mi” vuelve a coquetear entre la calidez del teclado y la fuerza de los compases eléctricos de Víctor, arropando a los cantos en búsqueda del amor que la voz de Jorge se niega a abandonar.
Otro de mis momentos favoritos llega con el turno de la preciosa “Recuérdame”, que vuelve a contar con la voz (¡y qué voz!) de Isabel Bermejo, el lado más eléctrico aunque melódico de la base rítmica marcada por el bajo de Salva Hache y la batería de Javi Herrero, intensificada por los arreglos que envuelven la composición. Los compases más íntimos se adueñan del inicio de “No Lloraré por Ti”, que poco a poco va tiñéndose de un cáliz más eléctrico antes de morir a la orilla de los susurros de la acústica de Víctor. Llegamos al final cogidos de la mano de esa declaración de amor a la música representada por “Si Dejas Que Viva en Ti”, un necesario canto y homenaje a esa compañera de viaje siempre presente en nuestras vidas. Un regalo para los seguidores de ZENOBIA, y quien sabe si un pequeño descubrimiento para los no iniciados al compás de la ternura de sus “Baladas”.
