Críticas - Clásicos

DEICIDE (USA) «Deicide» (R/C Records, 1991)

Por Pablo Vázquez

Sin apenas tiempo para pasar la resaca Death Metalera que nos dejaron los años 80, R/C Records lanza al mundo el 24 de Junio de 1990 “Deicide”, álbum que daría inicio a la carrera de los floridanos DEICIDE. Estos ya eran conocidos dentro de la escena, ya que comenzaron su andadura en el 87 bajo el nombre de AMON. Tras un renombramiento en el 89, los de Tampa daban comienzo a esta nueva etapa llena de odio, agresividad y sobre todo, cargada de mensajes anti judeo-cristianos.

Este debut fue sin duda un trabajo realmente cuidado; ya su artwork es toda una maravilla. Un diseño trabajado, en el que la portada como la contraportada nos muestra una iconografía y estética realmente oscura y impía. Toda una lección de actitud dentro del Metal Extremo. Podemos ver ya el diseño del Trifixion; obra de Benton (Bajista y vocalista de la banda); que se convirtió pronto en todo un símbolo que venerar dentro de la cultura del Metal Extremo.

Los solos de guitarra y riffs frenéticos de los hermanos Hoffman; la apisonadora rítmica de Steve Asheim;  la voz cadenciosa y agresiva de Glenn Benton; son todos elementos inconfundibles de estos DEICIDE primigenios. Todo un despliegue del más crudo Death Metal, que les impulso a ser una de las bandas más conocidas de la escena mundial.

Ya desde la inicial “Lunatic of God’s creation”, este cuarteto de Tampa muestra que no están para bromas. Las letras de Benton llevan puro odio; “From the land of no return, you’ll kill again – Smear the blood on naked corpse ”; que se ve acompañado de unas composiciones de guitarra sumamente técnicas y arrolladoras, y un ritual de percusión que denota un dominio absoluto de la batería. Dinámica que de mantiene durante los poco más de treinta minutos de duración de este álbum.

Seamos sinceros, ¿quién no ha destrozado alguna cervical al ritmo de “Dead by Dawn”? Y si no lo has hecho, no se a que esperas para hacerlo. Un tema verdaderamente emblemático, que tras un increíble solo de Eric Hoffman, llega a su apogeo durante la interpretación vocal de Benton. Por unos instantes, este se convierte en un mensajero de Satán dispuesto a atormentar nuestras almas, con la ayuda de un ejercito demoniaco que envuelven al neoyorquino con sus voces.

“Blaspherereion” marca el final de la cara A del álbum, y es toda una muestra de frenetismo metálico. Una mezcla entre MORBID ANGEL y SLAYER; el virtuosismo se junta con el satanismo más veloz, y crean la línea de trabajo de la banda.

Ésta, siempre embebida en una buena dosis de coherencia. DEICIDE están dispuestos a entregar sus almas al mismísimo Lucifer; “Mephistopheles” o “Crucifixation” son un buen ejemplo de ello; su mensaje es claro, servir a la causa anti-cristiana y acabar con todo atisbo de catolicismo a ritmo de Death Metal.

El sonido de este “Deicide” fue sumamente cuidado; siendo Scott Burns (¿quién sino?) el encargado de la producción y mezcla del disco, y Tom Coyne (CARNIVORE, M.O.D., POSSESSED) el que dio el toque final con un excelente trabajo de masterización.

DEICIDE nos enseñaron con este álbum, la mejor forma de prescindir de los dioses; todo un ritual de sacrificio mesiánico. Un disco con el que desatar el mal, y con el que desestructurar las bases teológicas fundamentalistas del cristianismo. Tanto de manera lírica como instrumental, es un referente artístico para todo un movimiento. Objeto de gozo y devoción para un público que no tardaría en convertirlo en pieza de culto; “Deicide” es una obra maestra.

“Father Satan, let me just unholy sins”

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