DESTRUCTION (DEU) «Born to Perish» CD 2019 (Nuclear Blast Records)
¿Te acuerdas de 1985? ¡Pues yo tampoco! Por aquellos años, Ronald Reagan iniciaba su segundo mandato como presidente (¡cágate, lorito!). También se grabó el mítico “We are the world”, Mijail Gorbachov es elegido presidente de la URSS, se celebró el primer evento de la WWE, Kaspárov con 22 tacos derrota a Karpov, Microsoft lanza al mercado el Windows 1.0, se celebró la primera edición del Rock in Rio… y veinte mil cosas más ¡Colorea y recuerda con Teo!
Pues desde entonces, desde 1985 (¡que no te acuerdas, que lo sé, que estamos aquí para recordar!) llevan los DESTRUCTION dando leña. Se habían formado unos añitos antes, pero fue en ese año cuando sacaron su primer larga duración, “Infernal Overkill” y ya entraron del tirón al panteón de los cuatro grandes de la escuela alemana (junto con SODOM, TANKARD y KREATOR). Y tropecientos mil años después, y como para reírse de todo y de todos, publican ahora “Born to Perish” (nacido para perecer). Pero, ¿realmente han nacido para perecer? No, en realidad no, el título es una crítica al ser humano en general, hacia los políticos y los multimillonarios en particular, hacia esa avaricia y ese capitalismo que nos está destruyendo. Y ¿en cuanto a la música?
Pues desde el arsenal percusivo con el que abren en el corte homónimo (cortesía del perfectamente integrado Randy Black) hasta la acertadísima versión del “Hellbound” de los TYGERS OF PAN TANG lo que tenemos es Thrash Metal teutón, sin fisuras, sólido como el muro de Berlín, pero… sin sorpresas también. Y eso es un arma de doble filo, porque podemos confiar en que las huestes de Schmier van a seguir sacando disco tras disco demoledores en actitud y en sonido, pero sin grandes innovaciones ni adelantos con respecto al sonido original. Sí, ahora vienen reforzados con un nuevo hacha, Damir Eskić, después de tirarse casi la mitad de su carrera como trío. Ataques a dos guitarras, en plan muralla de riffs, con una batería bombardera y estribillos para berrear como un poseso en “Inspired by Death”. “Betrayal” tiene un rollo realmente amenazador a la hora de atacar el estribillo; “Rotten” es otro tema 100% recomendable y un simple recordatorio para toda la nueva hornada de Thrashers (DESTRUCTION ya estaban aquí cuando todavía no había nacido David Sanchez de HAVOK, por ejemplo).
El resto del disco deambula por ese Thrash teutónico. “Filthy Wealth” tiene unos ataques thrashicos en toda regla, pero aderezados con un punto sucio muy punk. Seguimos escuchando y siguen apareciendo cosas interesantes, como el acústico inicio de “Butchered for Life”, tema que va evolucionando a lo que ya sabemos y esperamos (cuatro animalotes descargando metal a saco). “Tyrants of the Netherworld” parece un desafio hacia ellos mismos, a ver cuánto pueden acelerarse y mantener el tempo, incluso rozando lo caótico. “We breed evil” avanza con buen ritmo confiado y con un buen estribillo para hacer un parón y ralentizar el paso aunque no por ello la calidad y la potencia. Cerramos con “Fatal Flight 17” y con “Ratcatcher”, todo en la escuela teutona de la que ya hemos hablado.
Nada nuevo bajo el sol. Casi cuarenta años dando leña y Schmier y DESTRUCTION siguen como si nada. Como ya he dicho, Thrash metal teutón y esa es el arma de doble filo de la que hablaba. Si buscas nuevos sonidos, nuevas tendencias post-algo, o incursiones industriales, o cualquier otra cosa rara, te has equivocado de disco. Pero… si lo que te va es el Thrash de patada en la cara, pues aquí tienes otra nueva bofetada sónica. Parece que después de treinta y pico años, DESTRUCTION no son una banda que haya nacido para perecer.
Nota - 8
8
Nota
si lo que te va es el Thrash de patada en la cara, pues aquí tienes otra nueva bofetada sónica. Parece que después de treinta y pico años, DESTRUCTION no son una banda que haya nacido para perecer.