El proyecto iraní ERANCNOIR ha editado la tercera parte que continúa (¿y tal vez cierra?) con una obra conceptual precedida por “Wintermonarchie” y “Frostfallen”. Trabajos encabezados, grabados y producidos por el joven y misterioso artista de culto “Harpag Karnik” (es actualmente el guitarra de la banda SUN ADDICTED FAMILY) que ha editado esta pieza homónima: “Erancnoir”. Hagamos un anclaje en el proyecto para entender mejor ante qué tipo de magia persa estamos. Los discos que precedían a este trabajo estaban fundamentados en el mismo ambiente denso, con sonidos de una naturaleza cruda espiritualizados con Black Metal y una base intensa de electrónica compuesta en directo. Las letras estaban inspiradas en la poeta austríaca Imma von Bodmershof, tal vez, por su naturalismo a la hora de complementar la poesía con la crueldad del clima como metáfora de sociedades altamente autoritarias. Las imágenes que puede transmitir este disco se repliegan sobre dobleces de una crueldad ilustrada en blanco y negro con sonidos crudos. Además todas las portadas son cuadros del poeta y pintor Sohrab Sepehri. Otro naturalista descarnado y asceta. ¿Vas teniendo suficientes pistas?
El Oriente Medio siempre sugiere misterio y cierto toque de seducción, con sus laicismos revolucionarios y esa nota represiva que se expresa en un aprovechamiento del espacio que tarda el ojo en recorrer una imagen cotidiana. Pues “Erancnoir” parece ser el puerto donde arriba la sugestiva mente poco ortodoxa de un muchacho de escasos 22 años que entiende que el otoño es el falso final a todo lo que hayamos conocido. La primera canción de este trabajo se titula “Erancnoir”, la letra habla de un trono de hojas y caminos muertos, de seres muertos, de un andar solitario en busca de un bosque de almas que rige la verdadera Eternidad que reina en invierno. 24 minutos de tonos ejecutados con dolor y rabia, unos ecos despiadados en la voz, un juego fuera de tono para un teclado ancestral que nos arranca del terror y, lentamente, nos sumerge en un estado de calma. Melancólica y triste, sí, pero calma al fin. La excesiva duración de éste invariable secuencia donde es imposible agregar algún sonido más, o restar alguna nota, nos deja en un estado más cercano a la disciplina y la contemplación que al aletargamiento.
Pasamos al segundo y último track “Mehr” (que es el séptimo mes en el calendario Persa, el mes de las deidades) que no sale de tonalidad, al contrario, se ratifica y crece con más agresividad, machacando con fuerza el concepto que intenta transmitir. Las letras conforman un arco poético que puede intente jugar con ciertos Haikus, pero apenas emparentados por el toque de la Naturaleza. Cierta profundidad que remite al Grito Primario del ser que repite las mismas experiencias y búsquedas de sentidos. Donde algunas guitarras sueltan un breve riff para ir subiendo la tensión y dejarla pausada. Complicado de explicar, de transmitir. Pero la oscuridad termina desvaneciéndose del éter que nos rodea a la hora de escucharlo. De inmediato parecemos estar otra vez en la primera canción, con las mismas notas, sonidos y ejecuciones. ¿Metáfora del círculo de la Vida? Es probable. ¿Disco para escuchar sin conocimiento de toda esta teoría? Complicado. ¿Querés Black y Ambient complejo y lleno de misterio? Pues aquí tenés la banda de sonido perfecta para una mala noche de trip´s y anfetas. O una buena tarde de T.H.C. y lecturas tibetanas acerca de Ser sin Ser.
Los mitos se crean con confusiones, diferentes reseñas apenas pueden ayudarnos a comprobar que estamos ante un trabajo conceptual que puede durar toda la vida de este músico, o simplemente mañana desaparecer, dejando la quintaescencia que proclama tan abierta como finita. Lo importante es que estamos ante un Black/Sludge/Ambient de alta calidad.
Nota - 6.5
6.5
Nota
El proyecto iraní ERANCNOIR ha editado la tercera parte que continúa (¿y tal vez cierra?) con una obra conceptual precedida por “Wintermonarchie” y “Frostfallen”.
