Cuenta la leyenda que al hijo del carpintero, cuando lo crucificaron en el Gólgota, le pusieron sobre la cabeza un cartelito que rezaba “IESVS NAZARENVS REX IVDAEORVM”. La traducción, ya la sabéis: Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos. Y luego de ahí, a nuestro lenguaje cotidiano, para indicar una cosa que no ha hecho sino empeorar. ¡Colorea y aprende con Teo!
Pues así se llama el último lanzamiento de los italianos INFECTION CODE. ¿Cómo? ¿Qué no los conoces? Bueno, no te preocupes, yo tampoco los conocía hasta ahora y aquí estamos. Bueno, el disco tampoco se llama así, sino “In.R.I”, o sea que algún rollo oculto hay. Si buscáis referencias relacionadas con dicha banda, os harán referencia a que es Metal Industrial. Pues, por lo menos, en este disco, no te esperes andanadas a lo RAMMSTEIN o MINISTRY. No, este no es el disco; aunque si tiramos de discografía para atrás (y hay, que llevan desde 1999 con siete álbumes a las espaldas) sí descubrimos andanadas más electrónicas.
Y empleo ese término, porque más que industrial, es en el modo de utilizar la electrónica y de los samples por parte de Riky Porzio, el baterista de la banda, el que le da ese punto. Porque “In.R.I” es un disco metalero desde que abre con “Slowly we suffer” a saco. Puede que haya tratamiento de electrónica en la manera de mezclar esas guitarras, en esas pistas de fondo que se aprecian cuando no te machacan las orejas con riffs anclados en la tradición más Thrash Groove. Otro tanto ocurre con el siguiente tema, “Unholy Demo(n)cracy”, donde ya me voy acostumbrando a la gritona y rasgada vocalización de Gabriele Oltracqua; buenos riffs, y me doy cuenta de que esos riffs buscan una repetición secuencial que dan ese aire maquinal a las estructuras de las canciones.
Por el contrario, en el siguiente tema, “Where the Breath Ends” la electrónica está bien presente. Los riffs de guitarras son brutales, Groove Metal puro y duro, pero te meten un interludio de cuerda y lo dejan ahí, a la mitad, con un intermedio, casi, casi de ruido blanco que te obliga a prestar atención para darte cuenta de que siguen ahí. El riff y el aporrear de “The Cage” son urgentes, machacones, enlazando el Thrash más clásico con los modernos tempos del Groove, aunque la interpretación melodiosa por parte de Gabriele al final del tema me ha pillado completamente descolocado. Aquí volvemos a apreciar electrónica, samples, loops, etc… El comienzo de “Alteration” está logrado, y de ahí a cómo lo va llevando la banda, cómo le va dando paso, ver cómo crece y como camina, y cómo se desarrolla. Sin necesidad de electrónica, ni Industrial, ni nada…
El inicio de “New Rotten Flesh” es un desordenado punk, y de hecho es uno de los temas más desagradables del disco. Lo digo porque cuando empiezan a cuadrar tiempos y hacer unos riffs más metálicos, empiezan a meter una serie de notas discordantes que hacen que te revienten los nervios. “Dead Proposal” tiene un comienzo que te va a llevar directamente a MARILYN MANSON, aunque luego la estructura y los riffs derivan de nuevo hacia los derroteros más Thrashys de la banda. Y para cerrar, “8HZ”, que desarrolla una serie de riffs en bucle para cerrar el disco, en esa secuencia que he hablado, dándole esa sensación de loop…
Banda hasta ahora desconocida, estos chicos de INFECTION CODE. Disco correcto con algunos riffs mejores que otros, poco industrial y más electrónica, pero… Como siempre, me ha descubierto otros trabajos suyos dónde hay cosas mejores, y ahí sí, ahí sí hay material para recomendar a la banda.
Puntuación
Nota - 7
7
Nota
Banda hasta ahora desconocida, estos chicos de INFECTION CODE. Disco correcto con algunos riffs mejores que otros, poco industrial y más electrónica, pero… Como siempre, me ha descubierto otros trabajos suyos dónde hay cosas mejores, y ahí sí, ahí sí hay material para recomendar a la banda.