Por Nacho Peña
INK son una banda que se lo ha tomado con tiempo. Comenzaron a escribir los primeros temas allá por el año 1999. Desde entonces, y con varias paradas por el medio, la banda ha editado una demo y un trabajo completo que tiene en “Loom”, su continuación.
No obstante, siempre han tenido claro por qué derroteros tirar y sus intenciones. Mucho del sonido de la banda va a estar focalizado en la voz, que adquiere el protagonismo y es responsable de lo que el grupo quiere transmitir.
Para hacernos una idea de lo que se ha cocido aquí, deberemos pensar en las bandas del Grunge noventero tales como ALICE IN CHAINS, SOUNDGARDEN o, incluso, PEARL JAM a los que añadiremos ciertos matices del Rock-Metal de TOOL en sus rítmicas y algún aire psicodélico a sus arreglos.
Como idea no está nada mal. Los ingredientes a mi modo de ver serían: un cantante sublime, fuerza y complejidad en las rítmicas asociado a momentos de simpleza pegadiza y melodías para el recuerdo.
En este disco, y de manera general, se echa en falta fuerza en sus guitarras, que suenan un poco flojas (quizá sea por cuestiones de producción), baterías algo más audibles (quedan muy enterradas) y la voz con más garra y personalidad. Creo que su cantante se ha focalizado mucho en imitar las voces de sus referencias, consiguiéndolo eso sí, pero echo en falta algo de cosecha propia unido a un poco más de visceralidad. En los momentos susurrados, por ejemplo, típicos de bandas como PEARL JAM, lo clava. Pero en los momentos en los que hay que desmelenarse, se autocontrola demasiado para conseguir el timbre a imitar y es ahí donde debería dar rienda suelta a su garganta, que por otro parte, estoy seguro que puede dar mucho más de sí.
A la producción final del disco, le hubiese sentado mejor una masterización con algo más de garra, dotándola de algo más de volumen y potencia (sin llegar a saturar, eso sí).
Tengo que decir que fui fan acérrimo del Grunge y que esperaba más de este disco. Cierto es que soy de la cara más descarnada y violenta, aunque sé apreciar los temas lentos. Este disco es bastante calmado y “friendly” con el oyente.
En conjunto, tenemos unos músicos que tocan bien sus instrumentos pero que no han conseguido transmitir y recoger emociones entre sus notas, sus melodías y sus fraseos. Teniendo como referencias a monstruos de tal envergadura como TOOL o SOUNDGARDEN, la labor es, cuanto menos, arriesgada y difícil.
Aún con todo, poseen enorme potencial y les animaría a echarle horas y horas a sus composiciones y pasar más tiempo juntos como banda. Este es un proyecto interesante y con muchas posibilidades que creo requiere de mucho trabajo. No porque no sean capaces, si no por el nivel de lo que se quiere conseguir.
Animo a que sigan con ello y que en el próximo trabajo, si fuese posible, arriesgasen con una producción más profesional. Les sentaría de miedo. De momento, y muy a mi pesar, no han conseguido engancharme.
