JACK SLAMER (SWI) «Keep Your Love Loud»

Una de las frases que se le atribuyen a Proust nos dice que a veces, estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas. Es lo que hay y es a lo que nos tenemos que acostumbrar. La deriva de los tiempos modernos y todo lo que conlleva: la desvirtuación del arte; productos diseñados y perpetrados para satisfacer de manera compulsiva un gusto cada vez más atrofiado y efímero. ¡Colorea y aprende con Teo!

Vamos, que lo vengo a decir es que, en el mundo que nos incumbe – el musical- ya no hay ni gusto ni bandas. El grupo que hoy escuchas hasta el hastío, en seis meses, ya ni existirá y su aportación al mundo de la música no ocupará ni un renglón en la historia del arte de Euterpe. Peeeeeero… Hay bandas que, ajenas a corrientes y modas, miran hacia atrás en el tiempo y, con respeto y nostalgia, homenajean un tiempo de grandes bandas y música auténtica. JACK SLAMER, la banda suiza que nos ocupa, pertenece a esa categoría y con “Keep your love loud” se han cascado un pelotazo setentero que hace que tu mente y tu animo se retrotraiga a aquella época. Y son cincuenta años, oiga.

“Brother” abre con una potente batería sobre la que los guitarristas se despachan a gusto. Sin grandes artificios ni pretensiones, enseguida te enganchan con su rollo. La altísima y cálida voz de Florian Ganz es arropada por unos coros simples y efectivos. Decía también Proust que nuestro corazón tiene la edad de aquello que ama. ¿Te acuerdas de LED ZEPPELIN, DEEP PURPLE, T-REX o SLADE? Pues eso, pínchate “Favorite Enemy” con su vacilón ritmo de hi-hat a contras, unas guitarras dominantes, una banda potente y efectiva y déjate llevar. Buena muestra de su poderío y de su buen hacer es el siguiente tema: “Sun Soul Healing” y te darás cuenta de lo echabas de menos unos buenos riffs rocanroleros, una base rítmica sólida y un sonido cremoso, crudo, como sacado de lo más profundo de tus entrañas. Esto es lo que te pide el cuerpo y JACK SLAMER te lo da.

Y la persistencia y preeminencia de las guitarras continúa en temas tan redondos como “Lost” que enlaza con otra joya blusera como “War of Words” que, aparte, cuenta con un estribillo matador. Repiten formula en el siguiente tema, “Magic Woman”. Repiten sí, pero no cansan, porque cuando una banda disfruta y ama lo que toca, se siente, se filtra en cada nota, en cada riff, en cada golpe de cuerda del bajo… ¿Sabéis de esas bandas que son capaces de plasmar emoción, víscera, musculo y ganas en cada surco de un vinilo? Pues eso, ya sabemos de lo que estamos hablando. Música retro para recordarnos que sí, en efecto, cualquier tiempo pasado fue mejor, y para muestra, “Memories”. Vacilona y traviesa es la línea de bajo de “Stumbled” que nos da paso a un tema como “Ocean”, que me recuerda enormemente a BLIND MELON, medio sureños, medio hippies. Y para cerrar, “Bouquet of Decibles” que nos recuerda en su estribillo el nombre del álbum, “Keep your love loud”; que se oiga, que resuene bien potente, mantén tu amor fuerte.

¿Amor por lo retro? ¿Amor por el añejo y bien curado Rock Setentero? Ya lo creo que sí. Con álbumes como este da gusto. Y son una cura para esa afección de la que hablaba Proust, de que estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas. Así que enchufa esa vieja Fender y ponte a rascar cuerdas con los JACK SLAMER; verás que cualquier tiempo pasado, fue mejor.