MAJESTIC DOWNFALL (MEX) «Aorta»

Desde Mexico y a través de Personal Records nos llega el nuevo álbum de MAJESTIC DOWNFALL, “Aorta”. Desde que comenzaran allá por 2005 como un proyecto personal (one man band), ha ido evolucionando a lo largo de sus casi dieciséis años de carrera para centrarse y dar con un sonido tan característico como personal, donde el doom metal es el estandarte y el death metal y las atmosferas las ráfagas de viento que les acompañan en este épico viaje escrito durante la pandemia y que conforman 4 canciones, pero yéndose a los 70 minutos, sin ataduras, realizando lo que aman y como lo aman.

Mezclado y masterizado por Tore Stjerna quien ha trabajado con bandas de la talla de WATAIN, MAYHEM o DESULTORY, alcanzan un sonido muy compacto y limpio, exento de sobreproducciones modernas. Además han contado para el artwork con la mano de Oscar de las Flores, el cual no tiene conexión con el mundo del metal, para aportarle al álbum un carácter diferenciador.

“Roberta”, inicia nuestro viaje, con unas melodías de corte europeísta pegadizas y melódicas, para adentrarnos en un doom denso y oscuro, pero matizado con un toque de luminosidad y melancolía donde las guitarras de Dah y Aly crean paisajes increíbles, alternando los tempos y jugando con las atmosferas, perfectamente apoyados por el bajo y la voz poderosa y grave de Jacobo Córdoba, cerrando el combo Alfonso Sánchez a la percusión. Giros suaves aportan matices a unas estructuras mastodónticas, que se envilecen por momentos y captan esa furia atemperada para desarrollar luego ambientaciones de sosiego.

“A Dying Crown”, es más densa y pesada, doom de categoría y corte noventero, con esos riffs marcados que aseguran un lento caminar a las profundidades, apoyado, el tema que da nombre al álbum “Aorta”, donde los cíclicos riffs parecen parar el tiempo, pero van jugando con unas armonías hipnóticas, hasta endurecer su parte final. “Become Eternal”, cierra el álbum con un autentico temazo, donde la creatividad mexicana de MAJESTIC DOWNFALL estalla, alternando bellas melodías con un doom clásico, un combo que parece extrapolar tu alma hacia otra dimensión, donde gran culpa tienen esas guitarras repletas de sentimientos, donde la voz participa en ellos a la perfección, desgarrando la musicalidad y llevándonos hacia un final de oro, con esos riffs doblados de ascendencia heavies pero con un tempo más bajo, un temazo, para todo un discazo.