Un trabajo pensado como en una máquina del tiempo. Tres artistas encerrados (literalmente) en un cuarto sacando a pasear todos los demonios que su colección de conservatorio y “necrocencia” les ha heredado. MORTA expresa en «Fúnebre» las características de un mundo que, a pesar de la falta de espacio, un grupo puede ejercer sobre una actualidad musical que parece estar cambiando a parajes distinto. ¿Por qué digo esto? Pues porque cada pequeña conjunción de instrumentos y teclas que se combinan ayudan a acrecentar cualquier desidia que uno pueda percibir por el mundo exterior.
La esencia del disco está basada en una grabación tomada como una experiencia indómita; con sonidos aterradores que ganan profundidad en una cadencia de resonancias secas, crudas y violentas. Si bien la banda hace un arte de volcar una personalidad propia de un Infierno, las lluvias que las cuerdas se ponen al hombro generan una densidad atmosférica al ritmo de una batería que no pierde el tempo y termina construyendo una cama tortuosa que una garganta destroza para narrar sus pasos en una acto de no engendrar.
“Cadáver perenne” e “Introit Sabbat” son la mezcla perfecta entre dos eras lejanas entre sí, pero que muchos no hemos dejado de lado. Estas dos pequeñas joyas inspiradoras dan paso a la brutal combinación de sonidos que estan grabados en directo, atonales y estridentes, pero con esa hosca presencia Blacker que termina haciendo que canciones como “Sacrificio” y «Sin voz ni rostro» sean en verdad una sola pieza. Repito que lo fundamental de este trabajo es comprender la esencia, el concepto, no ir a buscar ese brillo que esta era le da a cualquier cosa. “Infierno fúnebre”, por ejemplo, es una elección por parte de la banda, de conseguir un sonido original. Y no es tan fácil como parece.
Si todavía cuentas con un reproductor de cintas, consigue un ejemplar y dale caña a “Oraculum ab Necromnatie”: el desempeño de la batería, con bajos delimitando esa presencia de la guitarra se hace verdaderamente poético. Aquí hay versos malditos, una voz que se esfuerza por no atragantarse con su propia sangre, mientras la banda parece estar corriendo a su alrededor en medio de algún paraje desangelado, lleno de tristes recuerdos y ningún porvenir.
El cierre con «Fuego y hueso» es más alaridos de lucha contra la esencia misma del Humano que se extingue, y “Gloria Profunda” tiene un momento perfecto de un piano que es delicadamente tortuoso.
Irresistible para amantes de esa misa negra llena de cuerpos que buscan un dios que no utiliza mascarilla ni compresores de ordenador. Altamente recomendable para los fanáticos del BLACK más primigenio, y también para quienes quieran hacerse una idea de qué es el “Old School” de un género poco apreciado y muy vilipendiado. Imprescindible conseguir la edición en cinta. No digan que no les avisamos
Puntuación
Nota - 9.5
9.5
Nota
Altamente recomendable para los fanáticos del BLACK más primigenio, y también para quienes quieran hacerse una idea de qué es el “Old School” de un género poco apreciado y muy vilipendiado.