Por Dani Olivar
Siguiendo el mismo patrón que su antecesor, el rabioso “Blossoming Decay”, aparecido en 2015, todo parece igual -incluso los dos superan por poco los veinte minutos de duración- pero, tras varias escuchas, nos damos cuenta de que tan iguales no son. Si “Blossoming Decay” era brutal y rabioso, “Cease to Exist” va más allá. El grupo ha sufrido varios cambios en estos años. El inicial quinteto ha sido reducido a trío. Los hermanos Phillips –Harley y Sebastian- se hacen cargo de batería y guitarra respectivamente, mientras Ben Anft se incorpora a las labores del bajo y voces. Esto supone una evolución en lo musical hacia la simplificación y una composición más focalizada, más centrada en ofrecer lo que el grupo puede presentar en directo.
Este disco reparte odio y agresividad con beligerancia. El adelgazamiento del grupo se traduce en una mayor claridad. La honestidad de su propuesta es clara al reducir las partes de guitarra –salvo algunas excepciones- a las que podría hacer solo una. Así el resultado es más salvaje y unidireccional. Las voces son directas y ejecutadas con rabia. Sin artificios y muy solventes. La sección rítmica está muy lejos de ser ahogada en un marasmo de ruido. Se trata de una grabación muy igualitaria donde, sorprendentemente, todo convive en armonía dentro del caos.
Varios temas destacan en este álbum de sabor a rabia y pisadas entre escombros de una sociedad autodestruida entre lo opulento y la decadencia moral. Trallazos que nos pueden recordar a unos jóvenes SLAYER -“Constricted Cognition”, “Drowner Hour”- conviven con temas con reminiscencias del Death Metal de Florida. “Deplorable” o “Putrid Decadente” nos retrotraen a sonoridades propias de unos MORBID ANGEL o unos DEATH. Entre medias, estos estadounidenses se entretienen disparando varios fogonazos Death/Grind de alto octanaje y directos al grano. “Sensory Overload”, “Filth and Style” y “So Below” entran en esta categoría derrochando mala leche y velocidad.
Es destacable como resulta de accesible este nuevo trabajo de los de Baltimore. Cada corte entra como los dedos en un guante de piel. Si bien las partes Grind pueden echar para atrás a algunos oyentes, el disco combina influencias del Death y del Thrash de una manera muy efectiva. Esto hace de él un trabajo tan intenso como disfrutable. Se trata de una pequeña gema y un gran trabajo en lo compositivo. Aunar tantas influencias es algo muy complicado y NOISEM lo hacen con soltura y brillantez. Todo lo esperable de un buen disco de metal undergroud está aquí. Un ejercicio de actitud y agresividad.
Nota - 8.5
8.5
Nota
. Aunar tantas influencias es algo muy complicado y NOISEM lo hacen con soltura y brillantez. Todo lo esperable de un buen disco de metal undergroud está aquí. Un ejercicio de actitud y agresividad.
