OPETH (SWE) «In Cauda Venenum» CD 2019 (Nuclear Blast Records)
Hace poco más de un año, revisábamos por aquí el directo de OPETH, “Garden of the Titans” y quedábamos a la espera de cuál o cómo iba a ser la continuación del “Sorceress” (2016). En septiembre del año pasado, salimos de las tinieblas para encontrarnos con el nuevo lanzamiento de los suecos, “In Cauda Venenum”. Ya lo dijimos entonces, y lo volvemos a decir ahora: ¡Colorea y aprende (hoy poco) con Teo!
Porque desde hace unos años OPETH, o la mente maestra detrás de todo, Mikael Akerfeldt, han entrado la etapa más Prog y más setentera (desde el “Heritage” de 2011), y lo que han hecho ha sido mantener esa línea y pulirla como una gema. Personalmente mi favorito siempre será ese disco, simplemente por contener un tema como “Folklore”, pero… “In Cauda Venenum” sigue siendo OPETH más grandes que nunca, aunque bien es cierto, y tal como el propio Mikael ha declarado, tienen 45 tacos y no van luchando por ser la banda más grande, o la más heavy o la más… lo que sea (rellénese por el interesado).
Antes de continuar debemos añadir que este álbum, tiene dos versiones: la sueca (la que podría definirse como la original) y la inglesa (grabada posteriormente). Lo digo por si en un determinado momento veis que pongo dos títulos.
En cuanto escuchas las primeras notas de la apertura “Livet’s Trädgård” / “Garden Of Earthly Delights” ya vas a pensar en gente como TANGERINE DREAM. Y aviso, también hay un montón de samples y cosas pregrabadas salpicando todo el disco. Pero luego ya entramos en materia con “Svekets Prins” / “Dignity”, OPETH puro, magistral, dramático, acústicos, eléctricos, creando la necesaria tensión y atmósfera. Una banda (no solo Akerfeldt) que está a años luz del resto del mundo, no por hipertécnicos o por cualquier otra movida rara. Escucha la siguiente “Hjärtat Vet Vad Handen Gör” / “Heart In Hand” y ves que esta banda tiene una cosa desesperante, y es hacer que las cosas fluyan, con un palpito que es como el de tu corazón: si no hay latido, si no hay pulso, no hay vida. Hay gente que toca muchísimo más complejo, muchísimo más rápido, muchísimo más todo, pero ninguno, ninguno llega a lo orgánico, visceral, fluido y vital de OPETH. Hacen lo complejo sencillo, te tienes que parar a escuchar con mucho detalle para ver lo que realmente está ocurriendo en las pistas de cada tema ¡y ahí, amigos míos, es donde OPETH gana por goleada!
“De Närmast Sörjande”/ “Next Of Kin” es otro clásico desarrollo de la banda: riffs brutales, acústicas, melodías vocales de Akerfeldt que arrancan desde unos registros muy altos, solos épicos… Las armonías, la composición, la producción, todo, todo en este disco es una sublimación de los últimos diez años de la banda. Y se lo merecen, tienen el culo pelado de tocar y de aguantar críticas (absurdas por otra parte), que por temas como el siguiente “Minnets Yta” / “Lovelorn Crime” les pueden caer (como en su momento, por ejemplo, “In my time of need”). Pero cuanto más lo escucho, más cosas descubro, más quiero volver a escucharlo, y me lo vuelvo a poner, y vuelve a deslumbrar. Temas como “Charlatan”, como “Banemannen” / “The Garroter” (¿cantos gregorianos al final?), o como “Kontinuerlig Drift” / “Continuum”, son como experiencias extracorpóreas, tienes que vivirlas tú para sentirlas realmente. Como único referente es que sabemos que son OPETH.
Hay cosas muy setenteras, muy psicodélicas, hay retazos jazzeros. Suenan a LEPROUS, a PROCOL HARUM, a KING CRIMSON, a un montón de cosas más, pero siempre, siempre, en cuanto escuchas dos acordes, por encima de todo, ya sabes que estás escuchando a OPETH. Quizá sea su mejor disco de esta etapa prog-psicodélica-setentera (¡por intentar definirlo de algún modo aparte del ya consabido “Son OPETH”!). Pocas veces esa frase explica tanto el concepto de la banda como define tan poco este disco. Son una banda que siempre ha sido un desafío, y “In Cauda Venenum” no iba a ser menos.
Nota - 9.9
9.9
Nota
Hay cosas muy setenteras, muy psicodélicas, hay retazos jazzeros. Suenan a LEPROUS, a PROCOL HARUM, a KING CRIMSON, a un montón de cosas más, pero siempre, siempre, en cuanto escuchas dos acordes, por encima de todo, ya sabes que estás escuchando a OPETH.
Wao. Espectacular reseña… «Hay gente que toca muchísimo más complejo, muchísimo más rápido, muchísimo más todo, pero ninguno, ninguno llega a lo orgánico, visceral, fluido y vital de OPETH. Hacen lo complejo sencillo, te tienes que parar a escuchar con mucho detalle para ver lo que realmente está ocurriendo en las pistas de cada tema ¡y ahí, amigos míos, es donde OPETH gana por goleada!»
Me encantó eso que cito. Me daba una pasada por acá después de 7 meses de escucha de este disco, tratando de verificar las críticas rápidas y ligeras que se hacían por allá en Sept y Oct de 2019 y buscando una más cercana a este tiempo, en la que realmente se tomaran el tiempo de digerir como debe ser una obra de este calibre. Y la encontré acá. Felicitaciones.