Por Nacho Peña
Nuevo álbum de esta joven banda, esta vez de manos del sello Sliptrick Records. Este trabajo gira entorno a conceptos de Hare Krishna, filosofía védica e hindú, cantado en ruso, algo, desde luego poco habitual.
El uso del cirílico desde luego le dota de mucha agresividad a la voz. Algo necesario para estar a la altura de esta violenta banda, entendiendo por violenta las melodías que salen de sus instrumentos.
3 son sus componentes (voz, guitarra y bajo) por lo que las baterías son programadas, algo que se nota pero que, por otro lado, consiguen disimular bastante bien.
El trabajo abre con una intro para, posteriormente, escupirnos a la cara 7 cortes (uno de los cuales es un interludio) de muchísima intensidad donde se dan la mano el Math-Metal y el Deathcore. Guitarras muy graves, con riffs retorcidos, oscuros, locos y alejados de cualquier intención pegadiza.
El sonido podríamos definirlo como un Blackened o Dark Deathcore, al que se añaden algunos sintetizadores para crear, de vez en cuando, una mayor disonancia y atmósferas psicóticas.
Hay, también, una buena dosis de Metal progresivo y Groove del ramo del Djent con afinaciones low tuned infernales, en un rollo VILDHJARTA pero más brutal y caótico.
Uno de los temas, “Orgy-Ritual Babalon”, es una rallada inclasificable de 16 minutos, con samplers, voces habladas, que me ha resultado un poco pesada respecto a los otros temas más entretenidos. Seguramente tenga su sentido, pero es que no sé ruso. Sorry.
El disco se cierra con “Sangri-La”, es la única concesión a la melodía y, quizá, hubiera quedado bien por en medio de los otros temas para romper un poquito la dinámica del CD.
Por tanto, el trabajo resulta algo fuera de lo común y con una sonoridad peculiar, bastante en la línea de algunas bandas del este de este género, y que os recomiendo si queréis algo distinto y muy violento.
