SERENE DARK (CAN) «Enantiodromia»

Toma asiento, relaja esa zona del Alma donde todo es dudas, donde el peligro de ser creyente supera al temor de no haber creído, y dile a ese dolor que es normal saber que nosotros existimos a causa de Ellos y corre hacia un bosque, o una iglesia abandonada… El disco “Enantiodromia” de los canadieneses SERENE DARK entra, sin preludios, en el Top5 de los mejores discos de Black-Death Metal de este año 2020. ¿Por qué? Pues te comento que cada uno de los elementos que lo componen a nivel técnico, experimental o interpretativo contienen una intensidad tan profesional y, a su vez, únderground, que te deja consternado.

A nivel filosófico no puedo ponerte la brújula elemental  con la cual intentas balancear tus creencias con tu comportamiento. El concepto te parte al medio y se puede simplificar con la frase “Cada acción tiene una reacción diametralmente opuesta”, pero no voy a ser yo quien te guíe por este laberinto de dicotomías… No. Para eso podés dejarte llevar a una compleja concatenación de tonos guturales, desesperados, que te hacen imaginar unas fauces sangrantes y desesperadas de todo tipo de animales. Vampiros, demonios invocados, monjes oscurantistas y satánicos… Así como el gran “cochino” que asoma su dolor en cada tramo necesario. Pido presten particular atención a la maravillosa “Trance of desintegration”: IMPECABLE muestra de poderío e interpretación.

En cuanto a la parte compositiva nos adentramos en terrenos más pantanosos a la hora de describirlo. Tenemos el clásico Death, que salta entre canción y canción a pequeños toques de Metal Core, algo de Sinfónico y, claro, ese Black enfermizo que te ahoga y genera un espacio dentro de tu cabeza y, con grandes dones artísticos, te sueltan una ráfaga de Técnico que desmaya. Algún escarceo tienen las teclas con el lirismo clásico, apenas sugerido, pero para oídos avezados se hace cuesta arriba centrarse en otra cosa que ciertas escalas. Joya de repetir una y otra vez mientras paseas por algún mercado de flores, o por esas tiendas llenas de velas y olores tan a muerte por llegar.

Instrumentalmente es un despliegue tan bueno que apenas voy a decir que: los quiebres y cambios de ritmo pueden generar contracturas.  En cuanto a las guitarras, se turnan para acudir a esos clásicos riif´s que te machacan la cabeza y parecen no terminar, así como de pronto suben el tono y una recorrida compleja por el mástil te deja en coma. Por otra parte tenemos la batería y el bajo, que si bien en estos momentos acompañan sin desentonar, cuando llega el momento cañero, apostando por cierto Melodic Black Metal, afianzan con movimientos simples pero contundentes al resto del grupo. Aquellos que disfruten esa melancolía propia de este estilo en una poderosa “balada” instrumental deben tatuarse “Grieving The Distortion Of Self”. Punto y aparte para un cambio, como decía, que presenta otra faceta de la banda, más contundente y con recursos que cambian el tercio del sonido, pero no la brutalidad que te tiran encima para hacer que gane un peso teatral altamente beneficioso sin abandonar, en ningún caso, pasajes técnicos increíbles.

El puntaje que le otorgo al disco se basa en una observación rigurosa del despliegue del grupo a lo largo de un muy extenso recorrido por aristas tan oscuras y pestilentes como impresionantes. El desarrollo del trabajo, si bien es de un comienzo más “puro”, va evolucionando sin perder el norte… o mejor dicho el pasaje a un Infierno tan violento como puro. EXCLUSIVO para amantes de amplios viajes donde el libreto es fundamental… Los puristas del sonido ralo, denso y caníbal deberían dar paso en el mundo de SERENE DARK y disfrutar de una migración tan férrea como, casi, experimental.