SUICIDE SILENCE (USA) «Suicide silence» CD 2017 (Nuclear Blast Records)
Por Jorge De La Cruz
Los estadounidenses de SUICIDE SILENCE lanzan al mercado su quinto álbum de estudio, bajo el título “Suicide Silence”, siendo un álbum homónimo y editado a través de Nuclear Blast Records.
Formados en 2002, en Riverside, California, el grupo está compuesto por Eddie Hermida a la voz, Chris Garza y Mark Heylmun a las guitarras, Alex Lopez en la batería y Dan Kenny al bajo.
El tema que nos abre el trabajo es “Doris”, el cual comienza con un riff de guitarra que nos introduce de lleno en una melodía agresiva, con unos riffs pesados, para de repente introducir la voz, y deleitarnos un sonido más lento. En el estribillo nos topamos con unas partes muy suaves, introduciendo voces limpias, que van a reinar bastante durante todo el disco, algo muy diferencial en este nuevo trabajo, como en “Dying in a Red Room”, cuarto tema del disco, que nada más empezar nos presenta unos ritmos muy lentos, escuchándose a la perfección las líneas de bajo, pero sin sobresalir demasiado. En estos primeros compases, nos encontramos con unas líneas vocales limpias, que dominan durante todo el tema, a excepción de algunos momentos puntuales. En la composición del tema, nos topamos con unos ritmos lentos, con sonidos y ritmos bastante experimentales, dominando los agudos en las composiciones y dándonos algo a lo que no estamos acostumbrados en ellos.
“Run” suena pasado el ecuador del trabajo, en el cual nada más comenzar empiezan a darnos una caña brutal, para luego bajar el nivel, y volver a introducirnos unos ritmos más lentos, con batería lentas y sonidos de fondo; estos ritmos se van entremezclando con ritmos más cañeros, consiguiendo un buen contraste entre ellos. En los estribillos nos topamos con unas melodías pegadizas y pegadas, encabezadas por la voz limpia, que le pone un buen broche al tema.
Casi llegando al final nos topamos con “Conformity” que nos abre con unos ritmos de guitarra muy lentos y pausados, para adentrarse la voz limpia, consiguiendo un conjunto muy tranquilo. Esto nos lo encontramos hasta la mitad del tema, aunque introducen baterías, y al pasar el ecuador del mismo, comienzan a sonar las guitarras eléctricas, brindándonos unas partes instrumentales lentas, pero cargadas de energía, sobre todo por unas baterías con una pegada bastante conseguida. Acabamos el tema con los sonidos leves que dan paso a “Don’t Be Careful You Might Hurt Yourself” última canción del disco, en la cual encontramos un gran cambio en el tema anterior, ya que en este desde el primer momento nos dan unos ritmos más agresivos y oscuros, volviendo un poco a retomar el sonido de discos anteriores con unos riffs más pesados y oscuros, que se van entremezclando con otros frenéticos. También hay momentos para ciertos toques lentos, sobre todo en la voz, ya que las guitarras mantienen un tono agresivo dominante durante todo el tema, acabando con unos sonidos algo oscuros y experimentales, con silbidos, cerrando el tema con un ring y acabando con el disco.
Este nuevo trabajo se trata de un disco completamente diferente, dando como resultado un buen disco si no tenemos en cuenta de que grupo viene, pero tratándose de SUICIDE SILENCE estamos ante un disco que nada o poco tiene que ver con el resto de su carrera, encontrando pocas referencias a su sonido anterior, pareciéndose más a grupos del estilo de DEFTONES que a los propios grupos de deathcore en sí. Si esperabas una evolución en su misma línea, el trabajo no te gustará prácticamente nada, si quieres escuchar algo diferente e innovador, adelante, puede ser que te guste. A mí, personalmente, y viniendo de quien viene, me ha defraudado, pero si no tenemos en cuenta el nombre del grupo, estamos ante un buen trabajo. En cierto sentido, es una lástima, la verdad.