SUM 41 (CAN) «Order in decline» CD 2019 (Hopeless records)
Los canadienses SUM41 han vuelto, salen de gira por Europa en este 2020 para presentar su séptimo trabajo editado en 2019 “Order in decline”. Para quienes no recuerden bien de qué les suena esta banda, son una de las varias que han salido a escena mundial gracias a una MTV agonizante y a una empresa discográfica que se ahogaba en un cambio de paradigma tanto comercial como, aunque no lo parezca, cultural. Bandas como ALIENT ANT FARM, BOX CAR RACERS, THE DANDY WARHOLS (por ejemplo) y SUM 41 se subieron a una catapulta desesperada por aprovechar esa “Nu Music” que se sumergía en un universo que fusionaba Punk, Alternativo y Metal para atraer una masa de adolescentes que querían Mosh y comprar más discos que estaban convirtiendo el mapa mundial en un nuevo escenario. Me parece casi milagroso que, 20 años después de su primer single “No lips”, tengamos un nuevo trabajo de esta banda que no se ha disuelto en ningún momento.
10 canciones que son un resumen de una época que no quiere rendirse todavía, una esencia clásica que, los que pasen la treintena, recordarán decenas de videos con bandas tocando en piscinas vacías, pues aquí siguen estos hombres ya que arrancan con “Turning away”, un poco de silencio antes de que abra una buena combinación de samplers de guitarra y bajo y batería muy limpio y prolijo. El sonido es alternativo y bien referencial, muchos efectos para llevarnos lentamente a “Out for blood”. Ya más “punki”, inevitable pensar en el disco “Americana”, tanto por el sonido de la batería como la canción en sí. Aunque la banda esté en la Tierra desde 1996 y sea de la misma huerta que de OFFSPRING, SUM 41 parece ser hija directa de un sonido que patentó BAD RELIGION; pero lo malo es que no parece que haya hecho mucho por evolucionar hacia una personalidad propia. Muy destacables los riff´s de cada canción, en los estribillos podemos notar una suerte de ataque que nos hace recordar que estamos ante un grupo de buenos músicos. “The new sensation” es la canción donde hacen un poco de mofa de ellos mismos, sobrevivir en este mundo sin ninguna sobredosis o peleas mediáticas que hayan saltado a las redes no es poco. Buena canción… aunque el sonido es tan, pero tan, parecido a MUSE, con efectos incluidos y todo que nos hace pasar a la siguiente pieza sin pena de perdernos algo.
“A death in the family” arranca bien, más furia, un toque “Core” y profundidad que te arrastra, de nuevo, con una batería bien ejecutada, y, más efectos en las voces, cambios de ritmo que, en directo, exigen… y mucho. Escribo esto porque en los últimos conciertos que dieron en España, justamente, han hecho agua en determinados tramos del set. “Heads will roll” puede que sea lo más original de este disco, una lenta calma que los deja tal y como son. Sin efectos, ellos simplemente tocando, memorable por sencilla, lo que buscamos en la música. “(A matter of time”) vuelve a la línea de voces que te recuerdan a… Las comparaciones son odiosas, y si bien, a mi entender lo mejor de esta banda conduce al 2007 “Underclass Hero”, en este trabajo la producción parece expresamente hecha para que suenan más fuertes, con mayor presencia, pero con una falta de originalidad algo preocupante. Lo confirma “Never there”: la balada del disco con pianito, guitarras acústicas en primerísima línea y esa voz melosa que nos quiere hacer encender los mecheros –bueno, los móviles– para que descansemos y nos abracemos.
Todo esto para pasar luego a “Eat you alive”… la oscuridad y el poder alternativo llegan, se plantan y dan un nuevo golpe de efectos para mantener la línea de sonido aplastante y pasar a “The people vs…” otra oda punk que está ejecutada de manera perfecta, rápida y enloquecida, hace que me pregunte: ¿Por qué todas las canciones llevan el mismo efecto? ¿El concepto va de estar encerrado y hablar a través de una cañería? No lo sé, pero ya llega “Catching Fire” para decir adiós, de nuevo, en una batería que es el 60% de la banda. De las voces ya ni hablo, matices opacos y llenos de un Pop ultra “radiable”, un estribillo ganchero, con campanas y todo y voces que hacen a SAVAGE GARDEN satánicos. Determinando, definitivamente, qué es lo que buscaban con “Order in decline”: gustar a todo el mundo que quiera sentirse “alternative” soltando los 20 pavos que cuesta la camiseta… Una pena.
Contaban por ahí que, en el 2017, cuando SUM 41 tocó en España, una buena parte del público acampó una noche antes… No entiendo por qué. Este disco carece de creatividad, originalidad y violencia. Suena bien, los magos del laboratorio musical han hecho arreglos bonitos… pero le han restado salvajismo a una banda que, aunque esté viva y sea un milagro, ha perdido toda identidad y se ha convertido en un producto… aunque no tengo claro que ese no haya sido el plan desde el principio. Allá por el año 2000 cuando todo lo alternativo comenzaba a regalarse y pudrirse.
[REVIEW: Sebastián Abdala]
Nota - 4
4
Nota
10 canciones que son un resumen de una época que no quiere rendirse todavía, una esencia clásica que, los que pasen la treintena, recordarán decenas de videos con bandas tocando en piscinas vacías, pues aquí siguen estos hombres ya que arrancan con “Turning away”, un poco de silencio antes de que abra una buena combinación de samplers de guitarra y bajo y batería muy limpio y prolijo.