Desde Adelaida, en Australia, nos llega el nuevo álbum de SUNDOWNER, “Lysergic Ritual” un viaje hacia el lado oscuro de la humanidad donde los asesinos en serie, las sectas y las drogas acaparan el núcleo lirico de la banda, que ya nos anticipan su interior con un artwork creado por James Osman en tintes negros y beiges, donde las setas abren paso a una secta con capuchas de conejos en un bosque infecto de maldad.
Su quinteto es misterioso, con una Olivia al frente en las voces rasgadas agresivas y con toques punks, mientras que la música se va desgranando en un sludge entremezclado con un stoner desértico y tintes bluseros que puedes apreciar a la primera de cambio con “Degenerate Subculture” o “Lysergic Ritual”, aparte de ese aire que recorre cada uno de los cortes densos y pesados otorgados por el doom, “Substance Abuse” o “Mobile kill Room” son claros ejemplos.
Tras una especie de intro o demarcación de una segunda parte llamada “Defilement”, donde los acoples y una narración robotizada da paso a “The High Priestess”, donde el stoner y los ritmos arenosos se apoderan de la estructura musical, donde los gritos desgarrados y la tonalidad vocal contrasta con estos densos e hipnóticos ritmos, incrustando una parte donde aparecen unos guturales más densos y diferentes a la tonalidad más lineal que impera en el álbum. “Paranoia Sect”, cierra el trabajo con el corte más largo de todos y que a buen seguro lleva en su coctelera todos los elementos que componen la música y el universo SUNDOWNER, desde un inicio más denso y doom, que va aletargándose con ritmos sludge, para ir tomando forma y acelerar el tempo dentro del stoner/punk rockero en su parte central para volver de nuevo a su inicio al final. Un buen LP para disfrutar de este calor infernal veraniego.
Puntuación
Nota - 7.5
7.5
Nota
Desde Adelaida, en Australia, nos llega el nuevo álbum de SUNDOWNER, “Lysergic Ritual” un viaje hacia el lado oscuro de la humanidad donde los asesinos en serie, las sectas y las drogas acaparan el núcleo lirico de la banda, que ya nos anticipan su interior con un artwork creado por James Osman en tintes negros y beiges, donde las setas abren paso a una secta con capuchas de conejos en un bosque infecto de maldad.