Por Nacho Peña
Que Inverse Records, poco a poco, está consiguiendo cambiar mi opinión sobre los discos que está sacando, no me cabe duda. Y es que últimamente, están llegando muy buenas bandas.
Y TYRANT DISCIPLE es una de ellas. He de decir que la banda se lo toma con calma. Es su álbum debut pero existen desde 2004. La cosas de palacio van despacio va grabado a fuego en la piel de estos chicos.
Al lío. ¿Qué tenemos aquí? Pues un Thrash Metal furioso, violento y ultrarápido con altas dosis de la brutalidad del Death Metal. 40 minutos en los que si te despistas, te llevaran la casa por la ventana como un vendaval.
Me han recordado una mezcla: a THE CROWN (por la velocidad y mala leche), con una base rítmica aplastante y un batería demoliendo edificios a su paso. También a SLAYER y TESTAMENT, en algunos riffs de guitarra y armonías guitarriles.
Si os gusta este tipo de Thrash ultraviolento y desgarrador, esta es vuestra banda.
A mí, particularmente, me ha gustado mucho. Es un álbum entretenido, no apto para mentes de gustos más light, obviamente, pero con bastante talento a la hora de tocar (que a esa velocidad no es fácil) y con buenas ideas a la hora de componer.
Y es que TYRANT DISCIPLE tienen todo lo que nos gusta escuchar en este tipo de discos: doble pedal en raciones copiosas, escalas de punteos rítmicos aderezados con ciertos parones de intensidad Slayeresca y con una duración muy medida, para dejarnos con los pantalones bajados sin habernos enterado.
TYRANT DISCIPLE no inventan la rueda con este disco pero tampoco buscan la cuadratura del círculo. Y aunque hay margen para la mejora, desde luego es un buen álbum debut.
Posiblemente, esta reseña posea cierto grado de parcialidad, debido a mi predilección por estos sonidos, pero si estas en el mismo caso que yo, este disco tiene que estar en tu colección. Sí, ese riff ya se lo escuchaste a otras bandas antes pero ¿mola o no? Si, pues eso.
Dadle amor a este LP y apoyad el underground.
Nota - 8
8
Nota
Al lío. ¿Qué tenemos aquí? Pues un Thrash Metal furioso, violento y ultrarápido con altas dosis de la brutalidad del Death Metal. 40 minutos en los que si te despistas, te llevaran la casa por la ventana como un vendaval.
