¡Escuchad el “Care Vale” de AMBASSADOR! ¡Ya está! Este es el brico-consejo de hoy. El ¡Colorea y aprende con Teo! de hoy se reduce a eso. Poco más hay que añadir. Fuera toda elucubración, toda exposición o reflexión más o menos ceñuda al respecto de los valores estéticos y musicales de la banda que analicemos en ese momento.
¡Escuchad el “Care Vale” de AMBASSADOR! ¡Ya está! Como en el libro de Douglas Adams, “Guía del autoestopista galáctico”: se construye un superordenador para obtener respuesta al sentido de la vida, al Universo y todo lo demás. Y la respuesta es: ¡Escuchad el “Care Vale” de AMBASSADOR! Quizá sea la proximidad del rio Misisipi (son de Baton Rouge, Lousiana) y las mil historias que arrastra ese rio: Tom Sawyer y Huckleberry Finn de Mark Twain, o Herman Melville; el blues del Delta; westerns como “Rio Rojo” de Howard Hawks o la excepcional primera temporada de “True Detective”. El caso es que, volviendo a la pregunta del sentido de todo, parte de la respuesta es el “Care Vale” de AMBASSADOR. ¡De acuerdo, a lo mejor que he pasado un poco! Pero lo que es indudable es que cuando lo hayáis escuchado, cuando le hayáis pegado unas doscientas o trescientas vueltas, seréis mejores personas. Eso es seguro.
“Colonial” abre el disco con una mesmérica línea de guitarra para dar paso a una entrada de base rítmica completamente apoteósica, no espectacular en la parte técnica, pero una de esas entradas con groove y con feeling, de esas que, una vez que el tema empieza a rodar, no hace sino caminar, sino empujarte, te lleva, te arrastra y no te suelta. Y ¿la voz de Gabe Vicknair? Lo mejor que has escuchado en años: cálida, potente, melódica, emotiva… Te traspasa como un buen chupito de bourbon añejo: aterciopelado pero con una potencia inherente que hace que se sacudan las entrañas. Pero si la apertura era espectacular, “Voyager” nos eleva a otro nivel. Hay más emociones y sentimientos en un fraseo de esta gente que en todas las colecciones de “Baladas Heavy” que has grabado en tu puta vida. AMBASSADOR hace que ponerles la etiqueta de Post-algo (Post-punk, por ejemplo) se quede corto. Sí, es obvio que utilizan guitarras, bajos y baterías, pero lo que han grabado en este álbum es… ni siquiera de voy a decir que es de otra puta galaxia. No sé, ¿es de un universo paralelo?
El tercer corte, “Subterfuge”, lleva ese ritmo arrastrado y esos acordes potentes que nos harían pensar en algo más Doom, algo más fangoso, más – en efecto- pantanos de Lousiana… y de hecho, tiene esa vibración que me hace pensar en los mejores momentos del “Viva Emptiness” de los KATATONIA, quizá el mejor álbum de aquel año 2003. Pues AMBASSADOR lo llevan al siguiente nivel de excelencia. Como ocurre con el tema homónimo, “Care Vale”: esto es descansar a orillas del Misisipi en noche sin luna; simplemente, cierra los ojos y escucha toda la vida que se desarrolla a tu alrededor. “Severant” es otra brillante exposición de todas las mejores virtudes de la banda pero elevadas a la enésima potencia. Ya lo he dicho desde el principio de la review: ¡Escuchad el “Care Vale” de AMBASSADOR! ¡Ya está! No hay cabida para objeciones ni críticas. Escúchalos y, mañana, cuando te levantes serás más guap@, más alt@, no hay duda, y serás mejor persona. Pues estar expuesto a semejante obra de arte tiene que permear de alguna manera y tiene que tener efectos positivos.
Y si aun así y todo no has tenido suficiente, cierran el álbum con otra joya como “Spasma”. No me meto en la vida de la gente. Cantaban SINIESTRO TOTAL que cada uno es como es y algunos aún peor. Pero, como llevo diciendo también desde el principio: ¡Escuchad el “Care Vale” de AMBASSADOR! No os hará mejor personas, no os solucionará la vida, pero que habréis llevado algo de luz a vuestra miserable existencia, ¡eso también es verdad!
Puntuación
Nota - 10
10
Nota
¡Escuchad el “Care Vale” de AMBASSADOR! No os hará mejor personas, no os solucionará la vida, pero que habréis llevado algo de luz a vuestra miserable existencia, ¡eso también es verdad!