36 CRAZYFISTS + ALL HAIL THE YETI + ‘68 – Sala Razzmatazz 3, 31.01.2018 Barcelona (Route Resurrection)
Texto y fotos: Lluís García Sola
La cita de Metal americano llegaba a la ciudad condal con una mala noticia de la que nos enterábamos apenas unas horas antes del concierto, el cambio de la mediana de las Razzmatazz a la más pequeña de ellas. Algo que obviamente se debía a la pobre venta de entradas del evento y que debería ser un punto de reflexión que haremos al final de esta crónica, y es que parece que el triple cartel encabezado por los míticos 36 CRAZYFISTS no había levantado la expectación esperada.
Lo cierto es que la noche no podía comenzar mejor, y es que ’68 fueron toda una sorpresa para el poco público que allí nos dábamos cita. Un dúo formado por el vocalista Josh Scogin también a la guitarra, y por el batería Nikko Yamada, todo un espectáculo encima del escenario. Con apenas un par de discos y un EP, su mezcla de Punk, Rock y ritmos más alternativos sonaron de lo más refrescante, con títulos tan originales como ellos mismos y una actitud sobre las tablas tan extraña como enérgica e hipnótica. Habrá que seguirles la pista.
No tardarían en darle el relevo sus compatriotas ALL HAIL THE YETI, practicando un Heavy Metal de corte muy americano, con claras influencias de Stoner y Hard Rock, que les dan un sonido muy particular. Su vocalista y frontman Connor Garritty se movía con soltura y fuerza por el pequeño escenario, desgranando temas como “After the Great Fire”, “The Art of Mourning” o “Before the Flames”, con un sonido más en sintonía al grupo principal y congregando poco a poco a una mayor afluencia que aún así no terminaría llenando la sala.
Y con el público quitándose la timidez y cada vez más cerca del escenario saltaron al mismo los protagonistas de la noche, 36 CRAZYFISTS, a los que, por cierto, ya hacía un buen puñado de años que no teníamos de gira por nuestro país. En esta ocasión venían presentándonos su último lanzamiento, “Lanterns”, con el que comenzaron el show con cortes como “Death Eater” o “Wars to Walk Away From”, mezclados con otros más clásicos como “At the End of August” o “The Heart and the Shape”. Brock Lindow tomaba las riendas de la actuación, con su desgarradora a la par que melódica voz, y su presencia escénica de lo más sobria pero imponente.
El concierto seguía adelante, con sus pocos seguidores multiplicándose en entusiasmo y entrega, cantando y moviéndose al ritmo que marcaban temas como “Bloodwork”, “Also Am I” o “Time and Trauma”. Quizás el Nu Metal no esté de plena actualidad, ni mucho menos, pero los guitarrazos de Steve Holt acompañando a la base rítmica que marcaban la batería y el bajo de Kyle Baltus y Mick Whitney, respectivamente, sonaban potentes y rindieron su personal homenaje a ALICE IN CNHAINS con su versión de “We Die Young” antes de despedirse de nosotros con uno de sus temas más emblemáticos, “Slit Wrist Theory”. Como último apunte me gustaría hacer una reflexión en voz alta: Si en España apenas podemos ver discos de Rock y Metal en los primeros puestos de las listas de ventas, y con dificultades llenamos aforos tres o cuatro veces por debajo de otros países europeos, ¿nos puede extrañar que muchos grupos nos dejen fuera de sus tours? Desgraciadamente no…