Por Sebastián Abdala
Amantes del Nordic Doom Metal, aquí tenemos un trabajo realizado con todo lo que tanto nos gusta de este estilo. Toques épicos y riffs que juegan con variaciones y melodías que a veces evocan un poco de paganismo, sostenido todo por una gran base rítmica que consolida todo el trabajo y lo pone en la lista de indispensables de la actualidad. “The Seven Spirits” de ALTAR OF OBLIVION es el tercer larga duración de esta banda danesa que se va labrando camino entre los “tecnicistas” del estilo como uno de los grupos más en forma.
“Created in the fires of Holiness” abre esta trabajo con ese toque a destrucción épica que nos pone en alerta para disfrutar de una composición que deja las cosas claras desde el comienzo. Se nota desde los primeros acordes que tanto la producción como la mezcla y la masterización ayudan mucho a que el sonido sea todo lo épico y oscuro que es necesario. “The Seven Spirits” es una gran labor tanto en la selección de temas, como en su disposición: en ningún momento se hace aburrido. Resalto las guitarras; no es que suenen bien, es que cada escala y recorrido de los riffs es un previo a cambios de ritmo y estilo bien sostenidos (repetimos) por el bajo, creando ese ambiente y disparo emocional para que el conjunto se convierta en una oda.
La voz remarca esa oscuridad bien puesta en cada tramo de la “narrativa lírica” y va por los distintos parajes que presenta cada track. “No one left” llena de brumas la visión. El vocalista entra en soledad, apenas acompañado por una melodía, y va abriendo paso a la banda que luego se lanza a por todas avisando ya que cada pieza del disco es una batalla. Seguimos con “Solemn Messiah” y “Gathering at the wake”, dos canciones que surgen detrás de otra para fundamentar el estilo y la etiqueta de “Doom Metal”, la densidad del ambiente creado en ambas, y la oscuridad de las voces nos sigue manteniendo alerta a las combinaciones que realizan.
Saltamos entonces al tema que da nombre a esta obra: “Seven Spirits”, una canción trabada que se mantiene con los pasajes melódicos, generando entre ese dulce agotamiento posterior a una lucha a todo o nada y un triste recuento de pérdidas. Retomando un poco el espíritu de sus trabajos anteriores, ese tono que recuerda a bandas como CANDLEMASS una lírica oscura que cierra el concepto de este disco. Así nos encontramos con una canción que impresiona de por sí, tal vez porque en principio iba a ser instrumental, “Languaje of the dead”. Abren unas brevísimas frases en la voz poco apasionada de una mujer, y ahí es cuando se dispara esta dicotomía: velocidad, técnica, furia y un tono que va variando en el vocalista para (tal vez) entregar su mejor interpretación. La letra de esta canción está inspirada en el trabajo del poeta polaco Józef Szczepanzki, un luchador del Frente Polaco por la Liberación que enfrentó a los Nazis en Varsovia. Una interpretación más que emotiva por parte de la banda entera teniendo en cuenta que se basa en el pueblo oprimido por dos antagonistas que arrasan de un modo u otro al pueblo. Increíble.
Cerramos con “Grand gesture of defiance”, abriendo desde un “fade-in” que lentamente nos deja danzando con la voz y el bajo en un tono similar, casi subterráneo, y las guitarras dando saltos entre sí en escalas hasta que llegamos a un “break” que deja por completo a la banda en el podio de estos nórdicos que conocen tan bien este estilo. Es un disco para escuchar varias veces y encontrar detalles, momentos de cada uno, un buen sabor de boca e inspiración que no se repite, al contrario, abre un abanico y homenajea un poco al pasado del Heavy Metal y a la actualidad del Doom.
Nota - 8
8
Nota
Es un disco para escuchar varias veces y encontrar detalles, momentos de cada uno, un buen sabor de boca e inspiración que no se repite, al contrario, abre un abanico y homenajea un poco al pasado del Heavy Metal y a la actualidad del Doom.
