CRÉPUSCULE D’HIVER (FRA) «Par-Delà Noireglaces Et Brumes-Sinistres»
Les Acteurs de L'Ombre Productions, 2020
Se conoce como hipérbole al recurso estilístico literario consistente en exagerar las cantidades o cualidades de algo. Si bien es cierto que parte del mundo de la literatura, se ha implantado también en otras ramas, como el lenguaje coloquial o en el mundo publicitario. Porque ¿has visto a alguien que realmente la sonrisa de vaya de una oreja a otra, o es una hipérbole? Pues eso. ¡Colorea y aprende con Teo!
Esa exageración fue lo que llevó a determinados músicos a empujar los límites de los discos ochenteros de bandas como VENOM, BATHORY o MERCIFUL FATE y crear aquel infausto sonido que explotó en la zona escandinava con el principio de los 90’s. Aquellos fuegos que arrasaron el mundo (y las iglesias de la zona) siguen hoy vigentes. Y, por fortuna, sellos como Les Acteurs de L’Ombre siguen manteniendo la llama bien viva. En modo hiperbólico, como no podría ser de otra manera, nos llega el último lanzamiento de CRÉPUSCULE D’HIVER. Ya el nombre -crepúsculo de invierno- nos empieza a situar; el título de disco: “Par-delà noireglaces et brumes-sinistres” (Más allá del hielo negro y las brumas siniestras). Eso si el traductor de Google ha acertado, porque mi francés… ¡Je ne sais pas!
Pues comenzamos con un “Que gloire soit notre” y desde el primer segundo ya me tienen enamorado. Una pequeña intro con sonido medieval, clave, coros épicos, campanas en modo carillón… “Le sang sur ma lame” ya entra a saco con un sonido muy, muy noruego, pero… A diferencia de aquellos lanzamientos tan secos de los noruegos, Stuurm (el hombre detrás de todo este cotarro) se las ingenia para, respetando el sonido clásico, meterle una serie de arreglos como coros femeninos, sintetizadores, lo que le da una pátina de sonido actual. Un perfecto equilibrio entre lo viejo y lo nuevo. Incluso el monótono inicio del siguiente tema, “Héraut de l’infamie” ya vaticina algo; y sí, enseguida salta a otro nivel, con la reaparición de ese acompañamiento de campanas y una serie de arreglos de teclados. Es indudable el origen de las influencias del músico: los vocales desquiciados, el tremolo picking, la manera de estructurar los riffs y los ambientes. Pero también es cierto, que va un paso más allá y no está grabando un “De Mysteriis…” versión 2020.
“Tyran de la tour immaculée” cuenta con un espectacular aporreo por parte de N.K.L.S. (de los compañeros de sello IN CAUDA VENENUM). Y la cosa se pone cada vez más interesante, pues el tema va cambiando de los tempos más acelerados y machacones a otros más tranquilos, donde se detienen a meter una serie de capas de ambientes, de coros, de sonidos que elevan el tema a lo exquisito. He escuchado demasiados discos de Black en los que los músicos parecen empeñados en llevar las cosas a un extremo en el que se pierde la visión musical, a ser más satanistas que el mismo Satán, y al final, todo es un barullo indescifrable y anodino que no aporta nada y aburre. No es el caso. CRÉPUSCULE D’HIVER son precisamente lo contrario; esa sensación de un crepúsculo de invierno, el último rayo de sol que, cálido, te toca la mejilla y te reconforta, aunque estés helado de frío. Y aquí hay cabida para todo ello.
Los temas se suceden uno tras otro; son largos (la media está en unos diez minutos), pero tan dinámicos y tan variados, tan Old School y tan remozados, tan de este año, que no te das cuenta de su duración. “Le souffle de la guerre” enlaza con un interludio “Les larmes d’un spectre vagabond” y entramos con el plato fuerte: “Par-delà noireglaces et brumes-sinistres”, cerramos el disco con un tema homónimo de veinte minutos. Todo el pomposo estilo de la banda condensado (es un decir) en una sinfonía invernal: solos épicos, ambientes eclesiásticos, carillones por doquier, cornos… ¡y Black Metal, por supuesto, mucho Black Metal!
Parece mentira que varias décadas después de aquellos primeros VENOM y de la detonación nuclear que fue la escena noruega, el estilo siga vigente y vivo. Desde luego, con este sello y con gente como CRÉPUSCULE D’HIVER el epicentro del nuevo renacimiento del Black. ¡Si es que alguna vez nos dejó!
Puntuación
Nota - 9
9
Nota
Parece mentira que varias décadas después de aquellos primeros VENOM y de la detonación nuclear que fue la escena noruega, el estilo siga vigente y vivo. Desde luego, con este sello y con gente como CRÉPUSCULE D’HIVER el epicentro del nuevo renacimiento del Black. ¡Si es que alguna vez nos dejó!