Autor: Juan Angel Martos
Nuevo trabajo de ICS VORTEX (Simen Hestnaes), guitarrista, bajista y vocalista en diversas bandas, es tal su afán por componer y crear, que tiene varios frentes abiertos y de primer nivel, ARCTURUS, BORKNAGAR o ICS VORTEX, son los grupos que actualmente lleva en activo. Más conocido por su trabajo en DIMMU BORGIR, donde tocaba el bajo y hacia las voces limpias, que para mí eran todo un acierto, perteneciendo a la banda en sus momentos más gloriosos desde el primer disco “Puritanical Euphoric Misanthropia” de 2001, hasta 2008 con la salida de “In Sorte Diaboli”.
BORKNAGAR, me parece una superbanda de black metal melódico donde desempeñaba su papel a la perfección acompañando a las voces rasgadas y profundas de Vintersorg, al igual que en su proyecto ICS VORTEX, con el cual ha sacado hasta la fecha un disco “Storm Seeker”.
ARCTURUS, es el proyecto en el que nos embarcamos ahora, donde entro a formar parte de sus filas en 2005 con “Sideshow Symphonies”, sustituyendo a Trickster G. Rex (actual vocalista de los magníficos ULVER), tras “The Sham Mirrors” para mí el mejor disco de la banda, experimental, progresivo…, el cual dio un giro definitivo a la banda, añadiendo toques de trip hop/ambient/música electrónica. Ya nada queda de aquel “Aspera Hiems Symfonia” de 1996, ARCTURUS ha ido por caminos más experimentales notándose ya un año después en 1997 con “La Masquerade Infernale”, donde los ejercicios vocales de Trickster, nos recuerdan a un Mike Patton polifacético en cuanto a estilos se refiere y remarcándolo en el primer álbum de Vortex con este proyecto, que sigue la línea marcada por Trickster, pero con un toque más metalero y progresivo. Tanto Trickster como Vortex, llevan su voz a límites extraños, con falsetes o constantes giros desde gruñidos, a toques operísticos, orientales, rizados… es lo que hace diferente a este grupo, aunque a veces tengan más acierto que otras. Y lo que es seguro es que es un disco que tendrás que escucharlos muchas veces para ir sacándole partido, ARCTURUS, no es un grupo de una sola escucha, cada vez descubres nuevos conceptos..
“The Arcturian Sign”, abre el disco, con toques sampleados de orquestaciones y ritmos blackers, suena potente, experimental y contundente, solo que a la voz de Vortex le sobran los falsetes que hace, porque suenan extraños y no muy adecuados al tema, que a mitad de su desarrollo introduce algunos sonidos de videojuegos o galácticos. Pero aun así es un tema que se puede escuchar y a destacar de este álbum.
“Crashland”, posee toques orientales, con instrumentos de cuerda dándole otro toque más desértico, al igual que las orquestaciones, pero la voz, de nuevo no encaja bien con el tema, en las estrofas va de lujo, pero cuando intenta imitar cantes árabes, pues en mi opinión personal descompensa la canción, escuchándose la voz de forma extraña, aunque quizás sea esa la intención. Aun así sigues escuchando el disco, (y es la quinta vuelta que le doy), aparece “Angst”, un tema al más puro estilo del black metal melódico, con sus innovaciones orquestales, blast beats super rápidos y Vortex en su esplendor.
“Warp”, nos vuelve a la electrónica y la experimentación, musicalmente es un tema que me gusta mucho, mezclando samples y bases electrónicas con el metal, excepto la parte vocálica del tema porque Vortex ha querido experimentar demasiado, y los falsetes y extraños giros que le da a su voz no suenan bien, (en mi opinión). “Game Over”, con una gran ambientación orquestal, comienza como un medio tiempo, que va creciendo en potencia, para ir desdoblándose, con ritmos dispares de batería y guitarras pero que casan bastante bien, hasta que los falsetes aparecen de nuevo, una parte que quitaría, las florituras vocales de Vortex, porque por lo demás el tema me parece un temazo.
“Demon”, tema ambiental con retazos de lo último que está haciendo MARYLIN MANSON, innovador, experimental pero buen tema, que da paso a “Pale”, una de mis preferidas del álbum con un Vortex en su sitio, tema de melodic black con una muy buena atmosfera. Y siendo la tónica, tras los dos temas más blacks se sitúan los dos más electrónicos, “The Journey”, es mucho más ambient, con un toque de banjo bastante curioso y una voz que susurra en eco, como olas de un desierto que evocan alucinaciones, temazo experimental.
En la recta final, encontramos “Archer” y “Bane”, el primero sigue la línea estilística del disco, black ambiental y místico, más centrado en las melodías. Y el segundo más extravagante, con un toque de circense, innovador, oscuro, sacado de un circo de engendros, con toques ambientales, una aportación diferente, pero jugando con las posibilidades vocálicas de Vortex sin llegar a estridencias y bien acompasadas.
En definitiva, no es un mal disco de ARCTURUS, pero baja el listón de su anterior trabajo con la banda, “Sideshow Symphonies” otro discazo. Tampoco es un disco accesible para todos, pero las excentricidades de Vortex en la voz en parte de los temas harán a más de uno, quitar el disco de golpe o a otros masoquistas como yo escucharlo 5 o 6 veces para al final sacarle algo de jugo, y aprovechar las incursiones de este cantante en otros proyectos, aunque espero que los falsetes lo deje para otra ocasión(sobretodo los más agudos y los toques orientales, porque en su anterior disco también los hacía pero menos estridentes , menos agudos y más acordes con los temas). De ahí mi puntuación, y destacando temas como “The Arcturian Sign”, “Angst”, “Pale” o” The Journey”.
