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[CRÍTICAS] DRUIDAS (ESP) «Ecos del norte» CD 2016 (Art gates records)

druidas - ecos - web

Por Héctor Lorenzo

Ya habíamos perdido la esperanza y pensábamos que el power metal de corte más clásico, un género que triunfaba a primeros de siglo con bandas como STRATOVARIUS, HELLOWEEN, HAMMERFALL…, había llegado a su fin, pero bandas como THIRD DIMENSION, NUDO, APOCRIFA, o los gallegos que nos ocupan, DRUIDAS, nos hacen creer que el power metal está mas vivo que nunca y con un gran futuro por delante.

De la mano de Art Gate Records nos llega a nuestra redacción el segundo trabajo de DRUIDAS, una banda que nació en 2004 en Pontevedra, y que tras presentar anteriormente una demo en 2007 (La noche del Druida) y un LP en 2013 (Contra viento y marea), nos asaltan con su nuevo larga duración. Este nuevo trabajo viene presentado con un diseño bastante propicio, una guerrera valkiria o similar, espada en mano, asomada en un arco de piedra con un cielo brillante de fondo, una portada muy colorista y muy power, mas que propicia para esta banda.

El disco arranca con «La sombra del Aguila», una intro con una voz femenina que nos narra la historia del Imperio del Aguila, sirviendo de manera perfecta para sumergirnos en el mundo de DRUIDAS.

«Hijos del Viento» es el primer corte en sí, donde podemos apreciar una cuidada producción, con un sonido que hace justicia a la banda, y que por suerte, no cumple mi pronóstico de mal sonido, hecho que abunda entre las bandas noveles que practican power metal, pero no, no es el caso, estamos ante un trabajo con una nitidez, pegada y calidad sonora más que decente. Este corte ha sido el elegido por la banda como vídeo de presentación del albúm, un buen tema que recoge en esencia la propuesta de DRUIDAS. Las primeras bandas que te vienen a la cabeza al escuchar este tema son los grandes del género HELLOWEEN, RHAPSODY OF FIRE, ANGRA…. aunque su perfil se ajusta mucho más al power metal de bandas estatales, como los primeros discos de AVALANCH, ANKHARA o DARK MOOR. Las guitarras de Tomas y Rober se complementan a la perfección con una melodía muy «happy» con mucho feeling, con un doble bombo continuo en el estribillo, siendo esta la parte más álgida del tema, donde la épica se eleva y la voz de Nico Soto tiene más brillo y presencia, un timbre de registros medios que queda bien para el estilo de la banda, que no le tiembla el pulso para arriesgarse con algunos registros más altos, si bien no es su fuerte. A destacar el bajo de Alberto Puentes, dibujando unas líneas en su instrumento que dotan de más color a la composición de la canción. Cuernos al aire, somos los hijos del viento!!! Un gran tema, muy power , que arranca con mucha esperanza este disco.

Continuamos con «Espíritu Guerrero», con un clavicordio o similar, a modo de caja de música, que da paso a una melodía de guitarra muy heavy, aumentando la velocidad de la misma hasta terminar en una escala rápida y muy heavy. En el verso el palmuter seco y contundente es la base perfecta para que la voz de Nico se acople a la perfección. Aunque no cuentan con un teclista entre sus filas, DRUIDAS tiran mucho de este recurso para completar la onda sonora de sus temas, rellenando los huecos que el resto de instrumentos dejan, fundiendo todo el tema. La letra del tema es muy heavy, muy power, no podía ser de otra forma: hay que resistir, no te dejes vencer. DRUIDAS es una banda que tiene claro lo que quiere ofrecer, aunque estamos en su tercer tema, dejan claro que lo suyo es el power metal más clásico, y no intentan desviar los temas a composiciones más modernas o estilos más variados para llegar a más oyentes, está claro que o no te gustan o te van a encantar, no hay término medio. Si el power es lo tuyo DRUIDAS pasarán a ser tu nueva banda.

«A las puertas del cielo», arranca a todo trapo, un tema que me ha recordado a los temas rápidos de DARK MOOR, con una orquestación de fondo que queda realmente bien y el bajo de Alberto a un gran nivel. El registro de Nico se me ha parecido por momentos a la voz de Pacho Brea, paisano de estos gallegos y gran amigo de la banda. La batería de Alvaro Santoro cumple perfectamente lo que le pide la banda, manteniendo alto el beat, con un doble bombo rápido y con pegada, sin grandes florituras pero con una ejecución que cumple con creces. El estribillo es de nuevo la parte central del tema, con mucha melodía y sentimiento, que se grabará en la cabeza de todos sus seguidores muy rápidamente.

«Ecos del Norte», es el siguiente tema, título que da nombre al disco que nos ocupa, donde atacan de manera directa con el estribillo, con únicamente voces, la cual siento que ha quedado un poco flojas, para continuar con la explosión sonora de todos los instrumentos atacando a la vez, un tema rápido y veloz, con mucha melodía, power metal bien ejecutado. Las letras de este tema, al igual que en el resto, es muy muy heavy, y en ocasiones, aparece uno de los handicaps que siempre he encontrado al cantar en español, y es que puede quedar un poco «chorra» o un «poco rídiculo». Lo que da más mérito a la banda, al defender y afrontar de manera muy digna el hecho de hacer un gran power metal en español, aunque me gustaría ver como quedan estos temas en inglés, creo que ganaría mucho más. ¿Esto significa quizás claudicar de nuestro propio idioma? ¿El español no es válido para hacer power metal? No lo se.. es algo extraño.

El siguiente tema es «Tempestad», donde la voz femenina que arrancaba el disco vuelve a presentar este tema, con una batería a lo Painkiller, arrancando este corte con un riff de guitarra muy guapo, muy heavy. La voz de Nico luce mucho mejor en este corte, donde adquiere total protagonismo, con unas guitarras que la acompañan con notas sueltas. El estribillo es de nuevo, muy melódico y heavy. La estructura y composición de los temas de DRUIDAS no varía mucho, no buscan grandes experimentos y repiten su fórmula tema tras tema, pero si algo funciona, ¿porqué cambiarlo?

«Danza de fuego» tiene un inicio muy sinfónico, pesado y cortante. Un tema con mas poderío respecto a los anteriores, con unos tresillos en el bombo se da paso a los versos. Se continúa todo lo expuesto anteriormente, aunque el inicio que tanto prometía se va desvaneciendo poco a poco y queda un tema bastante lineal. En el pre-estribillo la voz de Nico adquiere un tono más rasgado para dar versatilidad a sus registros, pasando a un estribillo muy clásico, con un toque de power italiano, muy a lo RHAPSODY OF FIRE o SECRET SPHERE. Vuelvo a encontrar muchas similitudes con la forma de afrontar los temas que tenia la banda gaditana SPHINX.

«Espada de Damocles» es un tema, que solo por el título podría estar incluido en cualquier disco de TIERRA SANTA. Con un inicio lento y pesado se construye este corte, con muchos teclados y uno de los mejores riffs de guitarras de todo el disco, con un intento de crear una línea más progresiva sin salirse de su etiqueta de power metal. Tras escuchar prácticamente la totalidad  de este disco puedo asegurar que sería un disco que encajaría a la perfección con los trabajos publicados a primeros de siglo, con obviamente una producción mas cuidada y actualizada, pero con una estructura y composición en los temas muy clásica, siguiendo al estela de aquellas bandas de power metal que despuntaron a primeros de siglo como DREAMTALE, CELESTY, MORIFADE, DYONISUS…

«El Último Guardián» es todo un reconocimiento al metal que AVALANCH aportó con sus primeros discos, conteniendo todos estos ingredientes que aportaban los discos de los asturianos. Que grandes recuerdos, un tema que, por momentos, me ha vuelto al inicio de mi juventud. Un corte que baja un poco el pistón pero que aporta, a través de los teclados y guitarras, nuevos matices y colores a la paleta. Las voces en el estribillo no me gustan, quedaron muy flojas y es que la voz de Nico, necesita estar arropada por el resto de instrumentos, ya que si no se queda muy sola y lucen más sus carencias, con un timbre que, en momentos concretos no me termina de convencer.

«Vercingétorix» vuelve a recurrir a esa voz femenina a modo de narradora, para con flautas y teclados continuar una épica iniciada desde el primer segundo. Guitarras dobladas a lo MAIDEN dan un empaque mágico al tema, está claro que DRUIDAS beben de las fuentes mas clásicas. Canción que narra las hazañas del líder y héroe que unió a las tropas galas para enfrentarse al todopoderoso Julio Cesar. Un tema que, como muchas bandas del género, aprovecha la historia para buscar inspiración y escribir canciones sobre ella.

El disco se cierra con «Un largo adiós», con un piano melancólico, donde de nuevo la voz de Nico se queda muy sola y se nota, sobre todo en los registros más graves. Al aumentar el timbre a registros más altos se desvanece esa sensación de voz vacía y gana mucho más. Un tema sin distorsión ni batería, una especie de balada que funciona como despedida para un buen álbum.

DRUIDAS vuelven a sostener bien alto el mástil que soporta la bandera del power metal, sumándose a las últimos grupos que han aparecido recientemente y que vuelven a poner sobre la mesa a este género tan denostado por muchos amantes del metal, demostrando que aún hay esperanza, que hay grupos con las ganas y la calidad suficiente para volver a poner de moda el power metal de corte más clásico. Recuerda, todos somos hijos del viento!!!

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Un comentario

  1. Yo creo que este grupo es muy bueno… Y que con una mejor produccion…serían la ostias!!!
    No me acaba de gustar como suena el disco… Druidas…siiiii!!!!

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