[CRÍTICAS] MASTIFF (USA) «From the ash of elders» CD 2016 (Zero Budget productions)
Por Alberto Zamora
Lo primero que pensé al ver la foto de MASTIFF es que eran un grupo bastante horrible. Vaya esto como un cumplido, ya que cuanto menos guapito seas, más probabilidades hay de que tu música calle bocas y meta caña. La belleza es inversamente proporcional a las pelotas vaya. La misma regla puede aplicarse al peso o ¿acaso creéis que Trevor Strnad de THE BLACK DAHLIA MURDER molaría tanto si fuera delgado?
Tras esta, innecesaria, introducción vamos al grano, ya que MASTIFF tienen bastante que ofrecer en su propuesta musical. Los americanos no pueden negar de donde proceden, ya que todas sus composiciones aparecen impregnadas de ese groove característico que solo te sale si eres yanqui, pero no os llevéis a engaño, ya que lo suyo tampoco es LAMB OF GOD. Los derroteros de este “From the ash of elders” tiran por el deathcore y por el death metal, y de nuevo insisto, con regusto de Minnesota.
En el aspecto negativo, la producción hace que las guitarras no rujan todo lo que desearía cualquier metalhead, ya que la voz las ahoga en muchos momentos, pero también es cierto que todos los jevis que adoren los bajos (el eterno tapado en las producciones) deberían pegarle una escucha al disco, ya que las cuatro cuerdas retumban y galopan que da gusto. También es de agradecer la (relativa) variedad que el cantante ofrece a las voces: sin salirse del registro estándar, llega a ofrecer tonalidades que rayan el black metal.
Tampoco abogan MASTIFF por la velocidad sin mesura, aunque cuando lo hacen como en “Heathen Colony” o “Chum of the Earth” molan mucho más. Mención aparte para el cierre del disco, “The Ride”, donde se sueltan las melenas del todo y adquieren una velocidad casi punk. Aun así, lo que prima es el ritmo rocoso y pesado como una tumba, sin caer en sobados breakdowns. En “Aphotic” también demuestran que no son mancos a la hora de clavar buenos solos.
Siendo sinceros, este “From the ash of elders” no ofrece canciones verdaderamente memorables, pero estos tipejos barbudos y greñudos han conseguido caerme en gracia. Y es que la escena va sobrada de gente preciosa perfectamente peinada y escasa de melenudos de los de toda la vida. MASTIFF, vosotros moláis.