[CRÍTICAS] PSYCHOSOMATIC (USA) «Clicked sound of a hammer …» CD 2016 (Buried in hell Records)
Por: Carlos Bermejo
Desde Sacramento nos llega el nuevo larga duración de los veteranos PSYCHOSOMATIC que lleva por título “Clicking Sound of a Hammer Pulled Back” el cual fue editado el 18 de septiembre de 2015 por el sello Buriedinhell Records.
Ante nosotros nos encontramos con un disco de Thrash Metal de la vieja escuela en su mayor parte, pero cargado de Crossover, e incluso Hardcore, todo ello perfectamente ensamblado para que la escucha de las doce pistas de las que consta el trabajo, repartidos en poco más de treinta y dos minutos, se haga muy corta, lo que es síntoma inequívoco del buen álbum que tenemos entre manos, que además posee un sonido de grabación perfectamente acorde al estilo de la banda, al igual que la portada realizada por su frontman Jeff Salgado.
El trabajo comienza con “Chemical Burn” un corte bien elegido para abrir el disco, donde el cuarteto nos muestra sus cartas desde el primer minuto, rapidez, técnica y rabia en lo poco más de dos minutos que dura el corte, algo que a excepción del tema que cierra el disco es una constante.
“Murder of Crows” es la siguiente, tema que comienza con el bajo a un ritmo frenético, para que se le una a continuación el resto de instrumentos y comenzar a deleitarnos con una sucesión de riffs a cual más asesino gracias a esa mezcla de Thrash/Crossover que tan acertadamente fusionan. “Immortal Disease” es la siguiente, la cual si bien es cierto va en la línea de las dos primeras, en ella se comienzan a observar los primeros vestigios de Hardcore.
En “Nineteen Eleven” encontramos un tema muy thrasher quizás el que más, en él se observan influencias de SLAYER como de ANTHRAX, algo que sin duda es una mezcla explosiva, destacar también el inmenso trabajo en este corte de su bajista, el polifacético Jeff Salgado. El siguiente “The Summoning” es muy del estilo del anterior, aunque con unas guitarras machaconas y una buena base rítmica frenética en algunas fases del corte. Aquí el crossover si está presente, de forma muy sutil, eso sí.
“Power Addict” es un auténtico cañonazo, no se puede exponer más cosas en menos tiempo, en sus menos de dos minutos y medio de duración la pista explota en tus oídos sin compasión. Pero si la anterior era buena “Grand Mal Seizure” es la mejor del disco sin dudas, la cual va muy pareja en composición, pero la batería grabada por Jared Klein es de matrícula de honor, no es de extrañar que corte fuera el elegido para mostrarlo como adelanto.
Continuamos sin descanso, y es el turno de “Conscripted” la cual está repleta de excelentes riffs de guitarra y muy variados, en lo que sin duda llama la atención las partes más propias del Heavy Metal de los ochenta, que no quedan nada mal ya le dan un toque diferente a lo que llevamos escuchado. “Ritual Point” comienza a toda velocidad con rítmicas a una cuerda que da paso a unos riffs más propios del Hardcore, esta alternancia la encontramos en todo el recorrido del tema al que se le añade, en su parte casi final unos compases más pesados, para acabar con la misma rabia con la que comenzaron.
Turno para “Hemorrhage” y “Incite a Riot” dos auténticas joyas, cuando en el mismo corte introducen los tres estilos predominantes en el disco casi a partes iguales, los cortes resultantes son increíbles, los riffs son muy buenos no cabe duda, pero es que el trabajo de la base rítmica en este álbum es lo que le hace subir varios peldaños al mismo en lo que calidad compositiva y de ejecución se refiere.
“Downcast” es el corte instrumental con el que cierran este disco, un tema de casi cinco minutos de duración que no tiene nada que ver con el resto del álbum, lento y atmosférico con arpegios de guitarra limpia, que parece que con él nos quieren decir que tras la tempestad llega la calma.