[CRÍTICAS] VULTURES OVERHEAD (ESP) «Saudade» CD 2016 (Autoeditado)
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Por Titus Ferrer Bellés
Perdonad que empiece el texto en modo abuelo cebolleta, pero guardo muy buen recuerdo de aquella vez que entré a la sala BeGood para ver a MORE THAN A THOUSAND y al cruzar el umbral de la puerta me vi golpeado en toda la cara por la bestialidad de cover de “Outspoken” de THE GHOST INSIDE que se marcaron VULTURES OVERHEAD. Ese fue mi primer contacto con ellos. Segundos después me encontraba en primera fila dándolo todo ante temas que pese a no conocer me entraban sin sentir.
Al día siguiente su primer EP “Reality” me confirmó que el conciertazo que dieron la noche anterior se correspondía con el potencial que había en ellos.
Y ahora, por fin nos presentan su primer largo: “Saudade”. Y el resultado no podía estar a mejor nivel. Un disco que no solo está a un nivel excepcional de producción para una banda tan joven, si no que se siente absolutamente inspirado. Palabra que llevo echando en falta últimamente dentro del género.
Y es que cada vez cuesta más encontrarse con un álbum de metalcore (O derivados) en el cual no haya dos temas iguales, o demasiado parecidos. O más allá de eso, que la diversidad no se sienta forzada, ya sea a partir de destellos externos a la base del tema.
En ese sentido VULTURES OVERHEAD explotan la capacidad de creación de melodías que ya venían demostrando desde “Reality”. Melodías que no descuadran ni rompen la continuidad de ningún tema. Melodías que fluyen como la base de lo que estamos disfrutando. Y ese amigos, es un arte más importante de lo aparente. Arte que además han ido perfeccionando de manera sutil y progresiva. Evolución. No hacia un nuevo sonido, si no hacia la perfección del suyo propio. Pues pese a beber de las miles de influencias de melódic hardcore o metalcore actual, VULTURES OVERHEAD suenan a VULTURES OVERHEAD.
¿Y cómo es eso? “Saudade” suena sólido. Sin brechas ni pasos en falso. Un trabajo de potencia concentrada en una duración más bien escasa, pero que juega sus cartas en pos conseguir que este corto lapso de tiempo sea intenso, y sobretodo suenen fresco.
El disco se inicia con una intro en crescendo que bebe directamente de una de las mayores influencias, al menos desde este lado, de la banda: PARKWAY DRIVE y su “Deep blue”. La melodía que precede a la parte pesada del micro tema (“Worth living for” es más que una intro) podría formar parte de cualquier puente de la obra que lanzó a los australianos a la fama.
Así pues, el peso y potencia de la parte final desembocan en la trepidante “Daydreamer”, tema que además decidieron usar como single y para la cual publicaron video hace nada. Un tema veloz, construido a base de cortes entre breaks y melodías de guitarra entre lo bello y lo épico, con un tramo final que resume toda la canción en poco menos de un minuto y que a mí personalmente me puso la piel de gallina desde la primera vez.
Para “Unbreakable”, los buitres almacenaron botes de rabia y mala uva para reciclarlos a base de distorsión de guitarra y batería tocada a puñetazos. Una melodía casi heavymetalera en los estribillos y un break intermedio que para el tiempo. Un tema a su vez muy americano, en el mejor de los sentidos.
Puño en alto para “The betrayal” y su riff principal. Pesadez en los puentes y una melodía que crece y crece a más es tocada. Un tema que muero por escuchar en directo y por experimentar desde el Wall of death que espero se cree en su break final (Sam de ARCHITECTS estaría orgulloso). Además me parece especialmente destacable lo bien traída que está la unión entre este y el siguiente tema: “face reality”, y lo bien que, sin embargo, funcionan por separado.
Tema absolutamente guitarrero, afilado e intenso. Muy en la onda de “Unbreakable”, y con reminiscencia (Muy personal imagino, esto), sobretodo en el uso de la voz, a los que fueron inspiración para todos y cada uno de nosotros. Los padres de todo esto: KILLSWITCH ENGAGE.
Anunciando la entrada en el tramo final, “Air/breathe” ejerce de puente melódico (De nuevo la melodía nos transporta a Byron bay) entre guitarra y guitarra, e introduce, casi a traición, el descomunal break que abre “Our legacy”. Una de mis favoritas, pues melodía y break de gravedad máxima conviven en un estribillo erizapieles de los que, a mí personalmente tanto me gustan. Y es que las melodías de guitarra de “Saudade”, son una delicia, de la primera a la última. La intensidad que desprenden es lo que realmente hacen este disco tan especial.
Y ahora sí, de forma homónima llegamos a la última parada de este viaje con un tema que viaja desde los momentos más “tupatupa” que bordean el corte más punkarra (Que sea el tema más seco y menos sobreproducido del disco, juega a favor de esto) a los breaks intercalados que escupen metal en todas direcciones. Un tema sin duda especial, por ser el más distinto de todo el álbum. Y que además de resumir no solo los elementos compositivos del disco, sino la carrera de los Vultures, cuenta con dos colaboraciones muy queridas por la escena Barcelonesa: Jona de FAR N’HATE y Richard de LOCK&KEY. Tantos elementos hacen que este tema vaya más allá de ser mejor o peor. Pues lo que significa es el sello perfecto para cerrar un trabajo apasionado, cuidado y que destila ilusión suficiente como para contagiar a todos los que aún están por escucharlo.
Tengo muchísimas ganas de poder disfrutar de los nuevos temas en directo, y espero poder hacerlo pronto. Pues VULTURES OVERHEAD ya me convencieron de su capacidad una vez, y con este material lo próximo que vea puede ser una absoluta bomba.
Un disco que apetece ponerse de nuevo al terminarlo, y que sorprendentemente no se desinfla con las escuchas (Un servidor lleva desde que salió desgastándolo, y la cosa no decae), que no es poco a día de hoy. “Estoy seguro de que Saudade” traerá consigo muchas ilusiones, tanto para la banda, como para los que podamos disfrutarlos.
Lo que está claro es que VULTURES OVERHEAD dejan de ser una promesa. Son una realidad.
Me enamoré con «Revolt» y este disco lo reafirma. Discazo en toda regla!!!!!