[CRÓNICAS LIVE] POWERWOLF + BATTLE BEAST + SERENITY – Sala Salamandra 1, 03.04.2016 Barcelona (Madness Live!)
Crónica y fotografías de Lluís García Sola
Barcelona se vestía con sus mejores galas metaleras, e incluso con pinturas de guerra por parte de algunos fans del cabeza de cartel de la noche, para recibir una de las citas más importantes para cualquier aficionado al Power Metal en lo que llevamos de año. Y la gente no falló, como lo demostraba una Sala Salamandra casi hasta los topes a la espera de la salida de sus protagonistas a escena. Tres bandas europeas de alto nivel que iban a dejar más que satisfechos, felices y agotados a una audiencia completamente entregada.
Los primeros en aparecer fueron los austríacos SERENITY, unos clásicos de la escena que ya llevan muchos quilómetros y conciertos a sus espaldas, y que en esta ocasión nos presentaban su notable nuevo disco, «Codex Atlanticus». Georg Neuhauser salió con unas ganas peligrosamente contagiosas, arrastrando al público, micro en mano, a cantar y corear cada una de las canciones, arrancando con la excelente «Follow Me», con la que se ganaron al respetable, incluso a los más escépticos, de buenas a primeras. Cris Tían demostraba su habilidad a las seis cuerdas, mientras Fabio D’Amore se encargaba de las segundas voces y el bajo al compás marcado por la potente batería de Andreas Schipflinger, en cortes como en la folklórica «Legacy of Tudors» o la épica «Velatum». Un buen aperitivo para ir abriendo boca ante lo que estaba por llegar, que no era poco precisamente.
Los siguientes en tomar en relevo fueron los poderosos BATTLE BEAST, al que inexplicablemente un servidor era la primera vez que veía encima de un escenario, desaprovechando sus dos visitas anteriores tanto en el ROCK FEST como en su posterior tour. Craso error. Los de Helsinki se han ido consolidando dentro del Heavy Metal actual a golpe de temas contundentes y pegadizos, y shows como el de esta noche, con un derroche de energía y un espíritu festivo y guerrero a la vez de su metal directo y sin excesiva parafernalia. ¿Acaso no es precisamente este el alma del heavy? Un grupo que funciona como un máquina perfectamente engrasada encima de las tablas, y que transmiten toda esa fuerza al público, que se retro-alimenta de toda la química surgida entre ambas partes. Y si alguien tiene alguna duda no tiene más que ver el desgarro de Noora Louhimo comiéndose el escenario.
«Let It Roar» ruge sobre el escenario, un nuevo corte de su reciente «Unholy Savior» que no tardará en convertirse en un clásico de los fineses, si es que no lo ha hecho ya, como si fuera su propio «I Want Out». «Out On The Streets» y «Touch In The Night» nos transportaban unas décadas más atrás, con sus melodías ochenteras, y con Janne Björkroth jugando con su teclado, empujado por la energía Eero Sipilä al bajo y las omnipresentes dupla de eléctricas guitarras. Una declaración de amor guerrera al Hard Rock y el Heavy Metal de toda la vida, lubricada con canciones más antiguas de su aún corta discografía como «Black Ninja», «Iron Hand» o la mítica «Enter The Metal World», y despedirse de nosotros perdiendo el control con «Out Of Control». Si aún no habéis tenido ocasión de disfrutar a BATTLE BEAST en vivo, no os lo perdáis a poco que os guste el Heavy Metal, de lo contrario os arrepentiréis… por suerte en la próxima edición del ROCK FEST parece que tendremos una nueva oportunidad. Noora nos preguntó si nos habíamos aburrido de verles, y sobra la respuesta. ¡NO!.
Se levantaba el telón por última vez y eso no podía significar otra cosa que la aparición de los protagonistas de la velada encima del escenario. POWERWOLF, curiosamente otra de las bandas presentes en la pasada edición del ROCK FEST, estaban listos para celebrar la oscura ceremonia ante sus seguidores, con Attila Dorn, como maestro del ritual. Esta era mi primera vez con ellos, y he de reconocer, que a pesar de que en estudio no me terminan de enganchar o convencer, en directo resultan una banda altamente recomendable, tanto por show, actitud, y canciones que suenan francamente bien en vivo. Un gran show en el que repasaron todos los grandes éxitos, que no son pocos, de su carrera discográfica, y las nuevas canciones de su más novedoso «Blessed & Possessed», que fueron recibidas de forma igual de entusiasta por un público entregado a la causa.
«Blessed & Possessed» significó el cañonazo de salida, que pronto dejó su lugar a temas como «Coleus Sanctus», «Amen & Attack» o «Sacred & Wild», antes de volver a la más rabiosa actualidad con la coreada «Army of the Night», que seguía haciendo las delicias del respetable, con unos Matthew y Charles Greywolf muy activos, cambiándose de posición de un lado al otro del escenario, desgarrando riffs de guitarra sin ningún tipo de concesión. A pesar de la oscura y tétrica puesta en escena, el humor siempre estuvo presente durante la actuación, y «Resurrection by Erection» estaban ahí para dar buena muestra de él, en una noche que habría espacio para todas las sinfonías, como en el caso de la tenebrosa y melódica «Let There Be Night». Sin duda uno de mis momentos favoritos, con los teclados de Falk Maria Schlegel asumiendo todo el protagonismo sonoro, empujado por la contundencia del bombo de la batería de Roel van Helden. Por cierto, todo un showman el señor Schlegel, abandonando su adornado instrumento, duplicado a uno y otro lado del escenario, compartiendo las tareas de maestro de ceremonias con un Attila más estático a pesar de su imponente presencia escénica.
La noche seguía avanzando, y de que manera, gracias a canciones como las míticas «Werewolves of Armenia», «Saturday Satan», «In the Name of God – Deus Vult», «We Drink Your Blood», que hizo enloquecer a las masas, o la clásica entre clásicas «Lupus Dei», que iba anunciando el final del concierto. En el ambiente se iba impregnando ese agridulce sabor del saber que éramos testigos de los últimos compases del show, con una banda compacta y potente, y un setlist muy acertado y del gusto del personal. Así, con «All We Need is Blood», POWERWOLF ponían punto y final a una gran noche de Hard Rock, Heavy y Power Metal, con algunos ejemplos de lo mejor de la escena europea con la que contamos actualmente, y encabezada por la original propuesta de Attila y sus germanos pupilos. Larga vida al Metal…
POWERWOLF
BATTLE BEAST
SERENITY