CRS (MEX) – Entrevista con Sir Oz

La banda mexicana CRS es un nuevo proyecto formado por integrantes de la legendaria (¿pausada?) CIRROSIS, se nota en cada canción de “The collector of truths” que viven desde hace años para respirar Metal Extremo, un disco con toda la esencia y brutalidad de un México que hace propio cualquier estilo que le plazca. Con una fusión bien encastrada de Death y Technical, la banda se planta con un debut que promete y suena como una calle oscura, en un verano arrasador y terrores nocturnos a diestro y siniestro.
Antes que nada, quiero felicitarlos por un disco que, además de ser muy variado en cuanto a estilo, suena con una potencia furiosa. ¿Cómo ha sido el resurgimiento de CRS luego de estar pausados? ¿Y dónde queda CIRROSIS?
Es una historia interesante. Teníamos 15 años desde que detuvimos a CIRROSIS, los miembros vivíamos en distintas ciudades (incluso países) y cada quien con sus propias ocupaciones. En 2013, coinciden en Ciudad de México, Chucky (Guitarrista fundador y productor) y Sir OZ, encontramos las maquetas que grabamos en el año 2000, justo recién terminado el álbum “Reciclando Desesperación”, los escuchamos y nos sorprendimos al encontrar que sonaban actuales, que teníamos aun algo por hacer y decidimos hacerlo. Contactamos a Joseph Lev (Que ya vivía en Holanda) y a Tavo que seguía en Cd. Obregón, Sonora y nos pusimos a trabajar por algunos años en este nuevo disco.
CIRROSIS es el corazón de todo, la banda de adolescentes con un nombre que nos fue impuesto por los propios amigos que solían ir a vernos tocar. Algunos no lo saben, pero el usar la abreviatura CRS es algo que tiene años, desde antes del “Reciclando Desesperación”, no es un cambio de nombre, es solo una nueva forma de identificarnos, aunque algunas cosas de aquel primer Cirrosis han quedado atrás, su esencia contestaría y brutalidad cruda creemos permanece intacta.
Entrando en “The collector of truths” ¿Cómo ha surgido la idea de un disco tan variado a nivel estilos? ¿Y el concepto del mensaje?
Es algo un poco extraño, ya que por una parte el buscar un álbum que abrazará todas nuestras influencias fue totalmente intencionado pero al mismo tiempo natural, orgánico. Casi todas las canciones fueron compuestas a principios de 2000 pero se quedaron en maquetas. En estos tiempos de inmediatez, donde el público dará “avanzar” a tu canción e incluso quitarán tu álbum si les resulta monótono, queríamos lograr un álbum que fuera dinámico, que tuviera un poco del sabor de todos los estilos que nos han gustado pero teniendo como columna vertebral el Death Metal. No queríamos abusar del virtuosismo, tampoco de la hipervelocidad, queríamos recuperar las melodías y los riffs más moderados propios del estilo Death Metal clásico, ya sabes, ese sabor a James Murphy (Obituary, Disincarnate, etc). Además de eso, buscamos alimentarlo con letras más intensas y aterrizadas en la realidad. El concepto del álbum es sencillo en apariencia y tan complejo según quieras sumergirte. La idea detrás del título es algo que SIR OZ tenía pensado para una historia que desarrollaría en forma de novela y tiene como base que en esta vida hay muy pocas verdades, uno debe buscarlas y conservarlas, es la única manera de sobrevivir en un mundo lleno de mentiras. El álbum raya en lo conceptual y tiene un orden secuencial en lo que a las letras refiere. Es un viaje de transformación, donde un personaje se siente asfixiado en su realidad y decide huir para poder cambiar, descubre que debe asesinarse para avanzar, empezar de cero, matar a sus demonios pasando por un proceso de reconocimiento y despojo. El universo no conspira a nuestro favor, al universo le importamos una mierda.
¿Qué influencias han sido referenciales para la creación de este concepto?
Nos gusta pensar que la influencia de thrash metal está muy presente, a veces nosotros mismos nos sorprendemos, viendo algo de Kreator, de Sepultura y hasta de Metallica en el sabor de algunas de nuestras canciones. Claro que también verán sonidos de Carcass, de Meshuggah, de Fear Factory, de Pestilence, de Cynic, de Death, y de muchas bandas más, crecimos con esas bandas y nos siguen fascinando, lograr un disco que junte todo eso es una gran satisfacción.
¿Entraron con el set preparado o fueron agregando o quitando a medida que grababan?
Tenemos la suerte de que nuestro guitarras, Francisco “Chucky” Oroz es un reconocido productor (nominado diez veces al Grammy), te sorprendería saber que ha trabajado con muchos artistas pop como “La Quinta Estación”, Malú, entre otros. Dicho lo anterior, debo mencionar que hicimos un trabajo intenso de pre-producción, teníamos 30 temas en maquetas, y elegimos siete, agregamos un octavo que es la composición más reciente “A better place to hate”. Fue algo difícil y desgastante la selección de temas, realmente muchos que quedaron fuera son realmente buenos pero elegimos aquellas que creímos más correctas para darle forma a “The Collector of Truths”
Cada canción es un universo particular, con un ritmo diferente ¿Cuánto ha aportado cada integrante? ¿Cuánto tiempo han invertido en una selección tan oscura?
Creo que trabajamos estupendamente como equipo, a tal grado que ya es difícil distinguir entre las aportaciones específicas de cada miembro. Musicalmente podemos decir que en partes iguales Joseph y Chucky compusieron todas las canciones, las letras fueron compuestas en su mayoría por Sir OZ pero con aportaciones de Chucky y Joseph. Respecto al tiempo, fue realmente bastante, empezamos a trabajar en 2013 y terminamos hasta 2019, hay decenas de razones tras ese proceso tan lento pero entre ellas está nuestra determinación es alcanzar el álbum que queríamos, trabajamos arduamente para quedar todos satisfechos.
El sonido es muy puro, ¿Cómo ha sido alcanzar este objetivo en la post producción?
Creemos que el haber cuidado cada una de las etapas fue fundamental, la ejecución de cada instrumento por parte de cada integrante fue extremamente cuidada, buscando siempre el mejor nivel de perfección alcanzable, especialmente de limpieza, buscando y eligiendo los sonidos perfectos para cada cosa. En palabras del productor Francisco “Chucky” Oroz mucho de ese sonido puro se reduce al nivel de ejecución técnica de cada integrante, es decir, son buenos músicos.
El disco cuenta con 2 colaboraciones más que interesantes, ¿Cómo surgió la idea de llamar a Talley y Klausenitzer?
Somos artistas locales, de una comunidad pequeña en el desierto de Sonora, crecimos soñando con ser una banda de fuerza internacional. En la primera etapa de Cirrosis no fue posible llegar más arriba, eramos adolescentes, locos, inestables, borrachos y sin ingresos hahahaha. Ahora que decidimos volver, queríamos demostrarnos que desde nuestra pequeña ciudad podíamos estar al nivel de cualquier banda internacional, en calidad de sonido y en todo, quizá el termómetro para ello fue llamar a respetados músicos que admirábamos y mostrarles lo que hacíamos, en ambos casos su respuesta fue inmediata y absoluta, les gustaron todas nuestras canciones y ambos querían grabar todo el álbum, cuando leímos sus respuestas, pensamos: “Realmente lo estamos haciendo bien”.
¿Cómo está la escena de Metal Extremo en México?
México es un país rico en bandas, en la última década hemos comprobado la gran cantidad de estupendas bandas que existen, sin embargo, hace falta más difusión y plataformas correctas y unidas de exposición. Hay decenas de miles de metaleros en el país pero una inmensa mayoría consume solo metal extranjero pero ello se debe a que no conocen lo que se está haciendo en México. Estoy seguro que vienen tiempos muy buenos para el metal mexicano.
¿Planes para el futuro más próximo?
Ahora estamos muy ocupados con la promoción del álbum, esperamos lanzar la versión en vinilo a fines de 2020. Queremos consolidar el disco. Es posible que hagamos alguna presentación en vivo, quizá como despedida. Es posible que grabemos algo más, pensamos que sería lo último pero ahora sabemos que es difícil decir adiós cuando aun tienes mucho por hacer y decir.
¿Algo que añadir para terminar esta entrevista?
Agradecer el espacio para difundir nuestra música, en estos tiempos su trabajo no solo resulta necesario sino urgente, muchas gracias. A los lectores, agradecemos que nos hayan dedicado su tiempo para saber un poco de nuestra historia. Metalheads del mundo, no importa la edad que tengan, ni sus profesiones, o bien si ya son padres de familia responsables, no dejen morir al metal que nos ha dado tanto, sigan escuchando música brutal, este mundo necesita más personas chingonas, como decimos en México, y los metaleros son los mejores. ¡MANTENGANSE BRUTALES HASTA MORIR!