CRYSTAL SPIDERS (USA) «Molt»

Cantaba Max Cavalera, hace ya unos cuantos añitos, aquello de “Back to the Primitive”, en concreto en el año 2000, en su segundo trabajo con SOULFLY. Ya ha llovido desde entonces y el mensaje sigue igual de vigente, de vuelta a las raíces, a lo primitivo, al origen.  En cualquier aspecto de vuestra vida, si lo pensáis bien, un retorno a la raíz, un desandar lo caminado,  siempre os clarificará las cosas. ¡Colorea y aprende con Teo!

Después del brico-consejo de hoy, volvamos al asunto que nos ha traído aquí y que es, básicamente, la música. Volvemos otra vez a la base, a la raíz, y da igual cuando lo hagamos. Da igual que seas Max Cavalera, o Josh Homme o James Hetfield, el retorno, la vuelta está garantizada. Y como ya hemos dicho unos cien millones de veces, el origen es Tony Iommi y BLACK SABBATH. Pues viajemos de nuevo a los orígenes de la mano de CRYSTAL SPIDERS. ¿La diferencia? Pues que son dos, Brenna Leath a la voz y a las cuerdas y Tradd Yancey a las tímbalas. Pero, ¡hey, BLACK KEYS o WHITE STRIPES son también dos personas! Así que abrimos “Molt”, que así se llama el disco, con un primer tema “Trapped” y desde el inicio ya estoy hipnotizado: la sorda vibración del bajo, melódico pero grueso hasta casi entrar dentro de la vertiente más drone; el ataque de las guitarras, pastoso y crudo, la batería simple y potente, los platos y la caja bien arriba en la mezcla y la voz de Brenna, clara, con carga emotiva, conjuntado y funcionando como pegamento de toda la mezcla. ¡P-E-R-fecto!

El tema homónimo, por el contrario, es un ataque con esa vibración tan punk que llevaban los KYUSS y con esos interludios a modo de dialogo entre los músicos, alternando la batería con las guitarras, como un juego de preguntas y respuestas, como también hacían Tony Iommi y Bill Ward. “Tigerlilly”, como todo el resto del disco y como podrás suponer, rezuma BLACK SABBATH por todos los lados; pero aquí es mejor porque contamos con la voz de ella, en vez de la nasal y, a veces irritante, del Tío Ozzy. Que sí, podeis pegarme si quereis: que es Ozzy, que es la quintaesencia de lo más Heavy, que está considerado siempre entre los vocalistas de Metal y bla, bla, bla,… pero que tiene un soniquete irritante, también. CRYSTAL SPIDERS siguen a su rollo y “Chronic Sick” tiene ese ambiente pantanoso y agobiante, como mandan los cánones del Doom y del Stoner. ¿Y los coros y el solo del final? Ominoso y flipante a partes iguales.

“Cunhell” es cruda, directa, saturada, un riffing continuo que alterna con partes más melódicas gracias al buen control vocal de Brenna, aunque también puede desgañitarse a gusto. Y volvemos al jueguecito de Iommi-Ward o Leath-Yancey, guitarras y baterías jugando a pregunta y respuesta. “Gutter” añade más pastosidad a la mezcla y es que los riffs de esta gente es lo que tienen: serán sencillos, pero metálicos y vacilones, también lo son un rato. “The Call” va por esa misma línea, con unos riffs de alto octanaje que la voz de Brenna domeña para darle al tema una pátina más rocanrolera y garajera. Aunque no te debes dejar engañar, pues hacia el final lo llevan hacia una variación más psicodélica que te dejará con el culo torcido. Y siguiendo en esa misma línea, “Headhunters”, el siguiente tema, lleva una onda a lo “Wild child” de THE DOORS que… ¡bueno, que te voy a contar! Y para cerrar, otro pelotazo con “Fog”.

Sí, no nos vamos a engañar, CRYSTAL SPIDERS es la enésima vuelta a las raíces del género. ¿Lo bueno? La actitud, el sonido crudo y potente, real en una palabra, pero con la mejora de la honestidad de la banda y el plus de la voz femenina en un género dominado por las voces masculinas y los guturales. Me puedes hacer caso a mí, o si quieres, como preconizaba el tito Max, hace veinte años: “Back to the Primitive”.