DECEASED (USA) «Children of the Morgue»

Esta es la primera vez que hago una crítica de un grupo veterano, con una considerable producción discográfica (estudio, directos, recopilaciones…), DECEASED. Y pese a tratarse de un grupo de nada más y nada menos que 40 años (todo un récord hoy en día), lo conozco muy poco. Quizás es una banda que, para los hemos estado en el Metal desde hace décadas, cuando no existía internet, no era fácilmente accesible, ni se encontraba entre las bandas de primera línea del Death Metal o el Thrash, más conocidas y apoyadas por los medios especializados (esas publicaciones que casi todos nosotros devorábamos cada mes). Con esto quiero señalar que haré una reseña estrictamente centrada en el presente trabajo, sin la perspectiva comparativa de conocer su carrera y poder referirme a obras u etapas anteriores.

Pues bien, este quinteto de Arlington (Virginia) nos presenta un disco grande, y lo digo en un doble sentido. Se trata de una grabación extensa, que lleva los 12 temas que contiene (varios son interludios instrumentales que actúan a modo de “intro” de los temas siguientes) a un total de 55 minutos, con algunos cortes extensos (por encima de 7 minutos) para lo habitual en el estilo. Aparte de ello, considero “Children of the Morgue” un disco grande, enorme, en cuanto a su calidad musical.

DECEASED nos presenta una magistral combinación de Thrash, Heavy y Death, a lo que se añaden algunas gotas de Heavy épico/oscuro y hasta de Rock gótico (en las líneas de guitarra de algunos fragmentos). En una clasificación rápida, se les suele incluir dentro del Thrash-Death Metal, pero la escucha atenta de “Children of the Morgue” muestra mucho más, saliéndose de los cánones de ese estilo híbrido. Dejando a un lado los temas cortos del disco (interludios), los restantes, pese a su duración (por ejemplo, “The Grave Digger” alcanza los 8:40 minutos), son entretenidos, nada pesados, lo que se debe, en gran medida, al sobresaliente trabajo de los guitarristas. De hecho, el disco, de cerca de una hora, se pasa rápido y se disfruta. Y eso solo se consigue con unos niveles compositivos excepcionales, que en este caso se manifiestan en temas variados, complejos, llenos de cambios de ritmo y matices, pero agresivos y contundentes. Para ejemplificar este contraste podemos señalar el corte que da nombre al disco, “Children of the Morgue”, rápido, muy thrashero, con una batería veloz y potente, una voz agresiva y unas guitarras que dibujan líneas melódicas, a la vez que meten algún riff que nos recuerda a SLAYER. En esta misma línea se halla “Brooding Lament”. Pero luego nos encontramos un tema con aires Heavy como es “The Reaper is Nesting” u otro como “Fed the Mother Earth”, con voces femeninas y unas guitarras pegadizas que le imprimen un aire épico y melódico (un tema incluso “alegre” si no fuera por la voz agresiva de King Fowley). Y para seguir con la variedad, tenemos “Terronaut”, una canción a medio tiempo (una de mis favoritas), con una voz algo más variada (una parte recitada) y un trabajo de guitarras absolutamente magistral, que tan pronto mete líneas melódicas, como nos machaca con riffs metaleros u otros más disonantes, no convencionales, que hacen que el tema nos lleve por momentos hasta los viejos VOIVOD, pasando por MERCYFUL FATE/KING DIAMOND.

Lo expuesto no debe llevarnos a pensar en una especie de amalgama musical poco consistente. La maestría compositiva de DECEASED y su veteranía hacen que su música suene “natural”, no como un mero compendio de diferentes estilos en temas distintos (cosa que, por cierto, no soporto).

Me ha gustado la producción/sonido del disco. Encaja bien con los orígenes ochenteros y el estilo de DECEASED, pues suena orgánico, natural, potente. No hay sobreproducción y la mezcla es equilibrada (nadie “se come” a nadie, ni sufrimos un ataque de graves, tan habitual en las bandas “modernas”).

Y la misma valoración hago de la portada. Me ha gustado mucho y es perfecta para la temática del disco (la muerte). Las figuras (niños muertos) son simples, pero si se miran con atención provocan cierto temor.

Para mí, un disco excepcional.