DYSSEBEIA (SWI) «Garden of Stillborn Idols»

Desde Suiza nos llega el debut de DYSSEBEIA, “Garde Of Stillborn”, editado por Transcending Obscurity Records, donde desarrollan su blackened death metal progresivo tan contundente como elegante. Si te gustan bandas como ORBIT CULTURE, DARK TRANQUILITY, BE’LAKOR…, estas de enhorabuena porque te van a volar la cabeza y lo mejor es que es algo nuevo y fresco.

El cuarteto formado por Alexandre Sotirov en las voces, Merlin Bogado en la guitarra, Duran Bathija en el bajo y Sam Jakubec en la percusión han creado 8 nuevos cortes donde las variaciones no dejaran de sorprenderte, con hermosas melodías y pasajes contundentes y aplastantes, creando una pequeña joya que debería estar en boca de todos, porque no es nada fácil innovar en este estilo musical.

“Mors Tua, Vita Mea”, ya te sorprenderá desde el inicio, además de ser un temazo juega todas las bazas que DYSSEBEIA nos propone, un inicio pausado, con un giro progresivo, para crear unos riff aplastantes y apocalípticos, volviendo después a las florituras, en un inicio demoledor en el que es una delicia prestarle atención a cada instrumento por separado para apreciar la complejidad de lo que nos propone. “Retribution”, tiene un toque distinto, con un progresive death y coros hardcore, más pegadiza, aunque igual de técnica, pero es mucho más directa, igual que “Moon Bearer”, que guarda uno de los estribillos del álbum repleto de épica, que solo se menciona a inicio y al final, donde el desarrollo marca la historia.

“Sacrificed On The Threshold”, parece dar un respiro con su inicio melódico, pero sorpresa, estrofas brutales, solos de guitarras metaleros y unas partes a medio tiempo más marcadas son marca de la casa y eso sí, posee de las partes melódicas del disco, lo que la convierten en la “balada” del álbum porque “Hatch” es toda una debacle catárquica, con una batería que entremezcla pasajes blackers, unas guitarras que elevan la melodía de categoría y un juego vocal agresivo e incisivo, todo un temazo. Lo mismo le ocurre a “Black Swarm”, pero en su vertiente death melódico, que podríamos agenciársela también a “Funeral Ink”, pero cada una en su vertiente, ya que esta segunda es más agresiva con vocales más agudizadas en partes, pero con una melodía escondida que cabalga durante toda la obra.

“Apophenia”, cierra el álbum con un estilo más moderno, técnico y progresivo, donde las partes instrumentales son para disfrutarlas, mientras el estribillo lo encumbra un halo místico y épico, para crear con las estrofas un incesante vendaval de tecnicismos y cambios de tempos técnicos grooveros, deathmetaleros y sobre todo progresivo. Un trabajo que si lo hubiera escuchado antes estaría en mi top del año pasado, escúchenlo y disfrútenlo.