Desde Croacia nos llega la nueva entrega de ELUSIVE GOD, “Ambis”, donde transforman su doom en algo mucho más épico girando a la vieja escuela y con una voz que indiscutiblemente te recordará a DICKINSON, poderosa, melódica y omnipresente.
Como omnipresente se hace la base musical, un bajo muy contundente, una percusión perfectamente engrasada y unos riffs pesados, oscuros y envolventes desde el inicio con “Kob”, en el que el doom y los tintes heavies aparecen por doquier, mientras las estrofas son densas y pesadas, el desarrollo matiza esos tintes heavies ochenteros, que en “Ambisovi Krici”, le dan un tinte vocal más melódico y dramático con un pasaje central muy contundente.
Dos de los temazos del álbum se hacen llamar “Vrata Vjecnosti” y “Sapat Propasti”, donde ELUSIVE GOD dejan claras sus intenciones en este trabajo que hará las delicias de todos los amantes del género, es especial este ultimo corte donde las guitarras recrean su propia homilía oscura.
El combo final con la instrumental “Onostran” que a modo de preparación y un bajo espectacular, abre el camino hacia “Iz Tame I Pepela” que cierra el álbum por todo lo alto, aportando una pizca más si cabe de epicidad y con las mejores guitarras del trabajo, donde las estrofas son contundentes y heavies matizadas por ritmos rocosos, además de contar con una línea vocal donde nos despiertan del letargo y nos adentran en un mundo de oscuridad cantado en croata. Solo un, pero, que el disco es muy compacto y a veces se te puede hacer repetitivo, pero ELUSIVE GOD nos deja una muy buena sensación en su regreso a través de Personal Records.
Valoración
Puntuación - 7
7
Nota
Con “Ambis”, los croatas Elusive God elevan su propuesta doom hacia territorios más épicos y tradicionales, con una fuerte influencia del heavy metal clásico. La voz, claramente inspirada en Bruce Dickinson, guía un álbum oscuro y melódico, donde riffs densos y una base rítmica sólida sostienen cortes destacados como “Vrata Vjecnosti” y “Sapat Propasti”. El tramo final con la instrumental “Onostran” y el cierre “Iz Tame I Pepela” refuerzan su carácter grandilocuente, aunque la homogeneidad del álbum puede resultar algo repetitiva. Aun así, este trabajo marca un regreso notable para la banda bajo el sello Personal Records.
