FUNERAL STORM (GRC) «Chthonic Invocations»

Segundo disco de los griegos FUNERAL STORM, tras “Arcane Mysteries” de 2019. Detrás de una magnífica portada, obra del artista Markus Vesper, tenemos algo más de 37 minutos de Black Metal hecho de acuerdo con los cánones más tradicionales de esas tierras. No es anecdótico que su cantante, Necroabyssious, sea miembro fundador de los clásicos y fundamentales VARATHRON.

Y por ahí va el sonido de FUNERAL STORM: puro Black griego primigenio. Las referencias más claras, aparte de los citados VARATHRON, son los primeros ROTTING CHRIST y NECROMANTIA. Desde los primeros instantes del segundo corte, “Behold the Dark” (el que abre el disco, “Whispers from the Beyond” es una introducción siniestra a base de piano y unos teclados de fondo), el sonido y el estilo que desarrollan FUNERAL STORM son una muestra magistral de la música que hacían las viejas bandas helénicas de Black Metal, aunque, obviamente, con mejor producción. Hablamos, como hemos repetido, de Black, pero con ingredientes típicamente griegos que aparecen en la ambientación general de los temas. Hay “algo” que identifica al Black Metal griego tradicional y que está en “Chthonic Invocations”.

Los temas se mueven entre moderadamente rápidos y a medio tiempo, con constantes cambios de ritmo. Las guitarras, que hacen un trabajo magistral, van dibujando melodías a veces atmosféricas y místicas, otras épicas, sobre un fondo, en algunos temas, de teclados que crean, junto con aquellas, un ambiente adecuado para el concepto musical de la banda. Del conjunto surge ese “algo” griego que antes comentábamos y que se oye, especialmente, en temas como el ya citado “Behold the Dark” (¡grandioso!), “The Void” o “The Epitaph of the Dead”. También juega un papel fundamental la voz: “torturada”, áspera, con cierta teatralidad, a veces recitando más que cantando, perfecta para la música de FUNERAL STORM.

Cierra el disco un tema tranquilo (tal vez un poco largo como “outro”), “The Calling of the Father”, conducido por las guitarras y con unas voces recitadas que participan en su desarrollo casi como un instrumento más.

La producción es buena. Todo suena en su sitio y con claridad. Las baterías son programadas, pero confieso (yo que soy un amante de estas y que suelo rechazar casi de entrada a los grupos que usan las programadas) que no se notan absolutamente en nada.

Gran disco. Black metal griego de primera.